Tu Cruz adoramos, Señor
Nadie ha respondido a estas preguntas como Jesucristo. Él, sin palabras, desde la cruz ha iluminado la mente de muchas personas, que no encontraban consuelo en ningún otro lugar. El, desde la cruz, ha dado paz y serenidad a tanta gente que sufre la injusticia, la enfermedad, la muerte.
Con el domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa. Este domingo tiene un sentido más doloroso y de pasión, porque Jesús va a sufrir la muerte en cruz, y queremos acompañarle en nuestros viacrucis, en los oficios litúrgicos que se celebrarán en todas las iglesias, en las procesiones que llenarán nuestras calles, sacando Cristos y peanas que representan escenas de la pasión del Señor. “Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa Cruz redimiste el mundo”. Realmente, miramos a Cristo crucificado agradecidos, porque él ha sufrido la pasión y la muerte por amor hacia nosotros y hacia todos los hombres. En la Cruz está la esperanza del mundo. Nadie nos habla tan cerca y tan al corazón como lo hace Cristo desde la Cruz. Y es que el sufrimiento nos hace cercanos a unos de otros. Cuando Dios ha querido hablarnos, lo ha hecho de esta manera, acompañando nuestros dolores, y suscitando en nosotros la compasión hacia su Hijo bendito, colgado en el suplicio de la Cruz. El sufrimiento nos echa para atrás a todos. ¿Quién puede dar sentido a la muerte de un familiar joven, que llega cuando nadie la esperaba? ¿Quién puede consolarnos cuando recibimos la noticia de una enfermedad incurable? ¿Quién puede iluminarnos el sentido de nuestra propia muerte, que de vez en cuando asoma sus garras, con algunos síntomas? ¿Qué sentido tiene el sufrimiento que, antes o después, a todos nos alcanza? Nadie ha respondido a estas preguntas como Jesucristo. Él, sin palabras, desde la cruz ha iluminado la mente de muchas personas, que no encontraban consuelo en ningún otro lugar. El, desde la cruz, ha dado paz y serenidad a tanta gente que sufre la injusticia, la enfermedad, la muerte. A cuántos moribundos el beso a Cristo crucificado les ha arrancado la última sonrisa de su vida, muriendo en paz, con el consuelo de los familiares que les rodean. Jesucristo habla desde la Cruz con un lenguaje que todos entienden. Por eso, qué atractiva es la Cruz de Cristo, cuando uno entiende por qué Cristo cuelga en la Cruz. En la Cruz, Jesucristo nos ha dicho todo su amor. Y, aunque muchas veces no lo entendamos, desde la Cruz Jesús sufre con nosotros. Qué compañía, qué consuelo, qué paz, qué estímulo para seguir adelante. Bendita Cruz de Cristo que nos has traído la salvación a todos los hombres. En este domingo de Ramos, los jóvenes de Sidney entregarán la Cruz bendita de los jóvenes a los jóvenes españoles, en Roma junto al Papa. La última Jornada mundial de la Juventud con el Papa se ha celebrado el verano pasado en Sidney-Australia, y la próxima será en Madrid para el verano del 2011. Ese encuentro tan esperanzador para los jóvenes de España, de Europa y del mundo, ya ha comenzado a prepararse. El primer acto será éste, tan simbólico y tan lleno de contenido. La entrega y la acogida de la Cruz de los jóvenes. A partir de este momento, esa misma Cruz recorrerá todas las diócesis de España, acompañada de un icono de la Virgen Santísima. También en nuestra diócesis de Tarazona recibiremos en su día esa Cruz, que irá preparando a jóvenes y adultos al encuentro de Madrid 2001. Bendita Cruz de Cristo que nos ha traído la salvación al mundo. Con mi afecto y bendición: + Demetrio Fernández, obispo de Tarazona http://www.diocesistarazona.org/
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