Sobre Religión en Libertad

Hace algo más de un año decidimos en el grupo LibrosLibres –que es un proyecto de comunicación que engloba editoriales, proyectos audiovisuales y venta de contenidos a medios escritos– crear un portal en Internet especializado en información religiosa. Ante el auge que estaba teniendo la Red y la falta de una información plural sobre estos temas, iniciamos un proyecto que se acabaría llamando Religión en Libertad. Desde el grupo LibrosLibres trabajamos para perfilar la idea, dotarla de una conveniente financiación, así como llegar a un acuerdo con la plataforma Libertad Digital para que, desde la independencia de ambos grupos, pudiera alojar en su portal una web especializada en noticias religiosas. Así se hizo. Se firmó un contrato entre ambas empresas que se ha cumplido escrupulosamente. En el contrato firmado quedaba claro que Religión en Libertad era una iniciativa del grupo LibrosLibres y, como tal, su propietario legítimo. Además, como editores de la web, marcábamos la línea editorial, y la autonomía para confeccionar un equipo de colaboradores en ReL; y disponíamos de total independencia en la gestión de la publicidad y patrocinios. Creo que en la firma de este acuerdo ayudó la amplia experiencia que teníamos en información religiosa algunas de las personas que trabajamos en LibrosLibres. No tardamos en proponerle a Luis Fernando Pérez Bustamante que asumiera la dirección del mismo. Luis Fernando, que había demostrado un gran talento como bloguer-apologeta, aceptó el reto de dirigir ReL. Entonces no tenía compromisos laborales y el acuerdo verbal para hacerse cargo era claro: la línea editorial la marca el grupo LibrosLibres, que para eso era la impulsora y propietaria del proyecto, y a cambio recibía un salario mensual y unos complementos por gastos de teléfono y viajes. Nace ReL Con estos mimbres y mucha incertidumbre echa andar Religión en Libertad. En pocos meses, lo que parecía una aventura incierta se convierte en la plataforma líder en información religiosa, superando con creces a nuestra principal competidora. Al cumplirse un año de vida estamos en una media diaria de visitas de 25.000 personas; 10.000 entradas únicas y una duración media en la web de cuatro minutos. Además, 558.310 páginas vistas durante el mes de febrero y un aumento constante de audiencia. Un éxito que agradecemos a nuestros lectores por la confianza que han depositado en nosotros. Génesis del problema Durante los diez primeros meses de vida de ReL fue todo como la seda. El diálogo casi diario entre director y editor era fluido y de confianza. A pesar de que Luis Fernando no tenía oficio de periodista, con rapidez fue aprendiendo los resortes mínimos de la comunicación. Diariamente se corregían titulares, textos, fotos… Se buscaban nuevas exclusivas, se afinaba el criterio en la selección de los temas. Se ponía el acento en buscar un mayor equilibrio entre la denuncia de muchas informaciones con hacer espacio a otras, propiamente de anuncio. Había una comunicación muy beneficiosa para ReL. Lo normal, por otra parte, en cualquier medio. Pero hay un hecho que trastoca esta situación. Ante la insistencia de un alto eclesiástico en pedir, por activa y por pasiva, la supresión de un blog alojado en ReL, en un primer momento –lo tengo que reconocer–, fui sensible a esa petición e incluso llego a hablar con los interesados para pactar una salida amistosa de nuestra web. Finalmente, esa tentación en la que incurro no llega a materializarse, y el mencionado blog no desaparece de ReL, y todavía hoy sigue entre los más visitados. Fue una torpeza por mi parte ser receptivo –aunque fuera solo como una hipótesis a considerar– a suprimir el mencionado blog. Afortunadamente, esa indecisión primera quedó en nada, y el resultado es el que es: nunca ese blog desapareció, ni tan siquiera por unas horas, de ReL. El entonces director de ReL magnifica este asunto y, en colaboración de algunos blogers, comunica a Libertad Digital, y a nuestras espaldas, la decisión de hacerse con el control editorial de ReL, aduciendo el desdichado asunto del blog suprimido, que nunca se llegó a suprimir. Como diría semanas más tarde un accionista de Libertad Digital: “Un golpe de estado en toda regla”. Una clara y triste deslealtad manifiesta. Tras lanzar este órdago, el entonces director de ReL se atrinchera y consigue tomar el control técnico y efectivo de la web. Durante tres o cuatro semanas, el grupo LibrosLibres pierde el control total en la línea editorial y técnico del portal. Alternativa Española Entretanto, y hablando con todos los interesados, procuramos recuperar por las buenas el proyecto de ReL, en el que ya habíamos invertido una considerable cantidad de tiempo y dinero. Haciendo valer nuestros derechos e intentando ofrecer una salida digna al responsable de este desaguisado, por llamarlo de alguna manera suave, iniciamos un diálogo que no dio sus frutos. Pero los días pasaban, y la preocupación de muchos, no sólo del grupo LibrosLibres, por la información y opinión descontrolada que iba apareciendo en las páginas de ReL, iba en aumento. Con Luis Fernando como único garante y responsable de ReL durante esas semanas (mes de abril, principalmente), se producen hechos insólitos, nunca vistos antes en el portal. Se comienzan a repartir críticas injustas, algunas rayando en lo calumnioso, a personalidades de Iglesia, cardenales y laicos, sin criterio y mesura. Pero, sobre todo, gratuitas y sin ninguna razón. No eran de blogers, no, formaban parte del cuerpo informativo y de la teórica cualificada opinión del director de ReL. A ello se suma la política de partido. Durante el mes de abril se suceden constantes críticas al Partido Popular, lo cual es muy sano, pero siempre seguidas de otras informaciones y artículos de opinión apoyando reiteradamente a Alternativa Española. En ese juego de acción-reacción que se sucede una y otra vez en las últimas semanas, ReL se convierte en el altavoz cualificado de AES; en un medio de comunicación al servicio de los intereses electorales de un partido político. Y, claro, como ReL no ha sido creada para ser la caja de resonancia de ninguna organización política, ni del pepé, ni del popó, ni de AES, ni de OUS, y ante la negativa del anterior director del portal de entrar en razón, se precipitan los acontecimientos, para poner fin a este nuevo bochinche periodístico con tintes kafkianos. Con esto no quiero decir que esté en contra de AES, ni de su presidente ni de sus militantes. Me parece elogioso que algunos dediquen su tiempo y dinero en intentar mejorar la sociedad participando en la vida pública. Pero se debe entender que ReL comenzó su andadura como un medio de comunicación ajeno a la política de partido y se desvirtuó, perdiendo su independencia y entrando en unas “guerras” que no son propias de su ideario. Libertad Digital El acuerdo firmado hace un año entre Libertad Digital y el grupo LibrosLibres fue escrupulosamente respetado por el medio que dirige Javier Rubio. Nunca hubo ninguna indicación periodística para poner o quitar noticias, ni orientación editorial ni nada de nada. Se trabajó con absoluta independencia y leal colaboración. Ante los problemas técnicos que surgían se ponían remedio con celeridad, y la verdad es que no tengo ninguna queja de esta relación empresarial que ha sido muy beneficiosa para el nacimiento y consolidación de ReL. Sin Libertad Digital (LD) no se hubieran alcanzado las cotas de audiencia e influencia que ahora mismo tenemos. Es por eso que sólo tengo palabras de agradecimiento hacia Javier Rubio y todos los que componen ese valeroso proyecto. Bien, ¿y por qué se rompe el acuerdo con LD? Dos días antes de que saliera la famosa entrevista con Rafael López-Diéguez en ReL, se llega a un acuerdo entre LibrosLibres y Libertad Digital para independizar los dos proyectos completamente. LD quería quitarse de en medio ante los problemas que le generaba la nueva “línea editorial”, y nos daba acceso a recuperar el control técnico y periodístico del portal, tal y como lo habíamos tenido durante once meses, y figuraba en el contrato firmado por ambas partes. Ésta es la historia. Es lógico que alguno quiera presentarse como víctima de una conspiración o cosas por el estilo. Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero también hay que hacer un esfuerzo por ser lo suficientemente honrado para reconocer que cuando se actúa a la ligera, sin la mínima prudencia y sin respetar las más elementales formas de comportamiento, echando órdagos a diestro y siniestro, se puede perder y, entonces, es mejor reconocerlo y dejar de intoxicar al personal con cuitas demasiado humanas. El futuro de Religión en Libertad Comienza una nueva etapa de ReL, que pasa a convertirse en un portal completamente independiente de LD y, aunque durante unas semanas aparecerá un banner redireccionando a la web de www.religionenlibertad.com no habrá ya ninguna relación contractual. Pronto daremos a conocer el nombre del nuevo director del portal, que tendrá como características el poseer oficio y talento periodístico, especialización en información religiosa, equilibrio eclesial y capacidad de trabajar en equipo. Se rediseñará completamente la web actual para dar cabida a nuevas secciones. También se incorporarán nuevos blogers y articulistas de opinión, así como firmas de prestigio que enriquecerán el medio. Creo que se podría decir aquello de: “No hay mal que por bien no venga”. Línea editorial de ReL Volveremos a los inicios. Completa independencia de organizaciones políticas, para empezar. Equilibrio eclesial resumido en “ir al paso de la Iglesia, ni un paso adelante, ni un paso atrás”, con el Santo Padre como faro que ilumina en medio de la oscuridad y marca el ritmo del peregrinaje. Se procurarán más informaciones propias, exclusivas de altura y una menor clericalización de ciertas noticias. También un mayor equilibrio entre noticias de denuncia y otras propiamente de anuncio. Menos politiqueo eclesial y más espacio para la evangelización. Secciones propias de libros, cine y música cristiana, entre otras. Se mantendrá, claro, una de las líneas que nos identifican como grupo: la batalla por lo políticamente incorrecto y la lucha contra la dictadura progre que se infiltra en todos los ámbitos. “La verdad os hará libres” seguirá siendo nuestro lema. Por eso no dejaremos en el tintero ningún asunto que periodísticamente sea relevante. El botón de muestra es el llamado “Caso Maciel”. A pesar de lo doloroso y triste que ha sido para mí, sin embargo, la atención informativa que hemos prestado desde ReL a este asunto creo que ha sido modélica y de máxima transparencia. Fuimos los primeros en dar la noticia en España, información que redacté personalmente yo, y, a partir de ahí, se han publicado en ReL muchas informaciones que tenían como denominador común el rigor y la veracidad sobre el caso, así como siete u ocho análisis que alumbraban este desgarrador suceso desde distintas ópticas. No creo equivocarme si digo que ReL ha sido el medio de comunicación español, tanto digital como en papel, que más y mejor ha informado sobre este asunto, y eso no es casualidad. Ahí está la hemeroteca para el que lo quiera comprobar. Y creo que he tenido algo que ver en todo esto. En los próximos días les facilitaremos una dirección para que puedan enriquecer este proyecto mediático aportando sugerencias, nuevas ideas de secciones y colaboradores, diseño, ofreciendo noticias o nuevas líneas de investigación… y, claro, también críticas y legítimas quejas. Les invito a ello. Un saludo, Álex Rosal Editor de Religión en Libertad