Jesús Neira, hombre del año para Religión en Libertad
En un año donde el número de mujeres asesinadas por sus parejas ha batido todos los records, la figura de Jesús Neira brilla con luz propia. La sociedad entera está en deuda con él. Su ejemplo debería formar parte de una verdadera educación para la ciudadanía.
De todos es sabido que la ley de Dios se resume en dos mandamientos fundamentales: “amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo". De hecho, se puede decir que quien ama a Dios ama al prójimo, pues de lo contrario se está engañando a sí mismo. Ya escribió el apóstol San Juan que “el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve". A veces el amor por el prójimo puede llevarnos a dar la vida por él. Cristo mismo nos dijo que “nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". Si eso dice el Señor del que se sacrifica por sus seres queridos, ¿qué diremos del que arriesga su vida por alguien a quien no conoce? Ese es el caso del profesor Jesús Neira. Cuando vio que una mujer estaba siendo agredida por un energúmeno indeseable, no dudó en intentar protegerla. Como resultado, se llevó unos golpes que, unidos a una posible negligencia médica, casi acaban llevándole a la otra vida. Jesús hizo honor a su nombre de pìla y salió en defensa de una víctima, sin pensar siquiera si ella se lo agradecería después. De hecho ha ocurrido justo lo contrario y la agredida se ha forrado tras vender su indignidad en una cadena indigna, pero eso no resta ni un ápice al mérito de Neira. Aunque su estado de salud sigue siendo precario, parece que el Señor ha querido que Jesús sea ejemplo y testimonio vivo de lo que debe ser un buen ciudadano, un buen hijo de Dios. Para quienes saben por lo que ha pasado estos meses, es casi milagroso que siga vivo. Con milagro o sin él, Neira vive hoy para decirnos que volvería a hacer lo que hizo. Hacer el bien es siempre la mejor opción aunque nos conlleve graves perjuicios personales. En un año donde el número de mujeres asesinadas por sus parejas ha batido todos los records, la figura de Jesús Neira brilla con luz propia. La sociedad entera está en deuda con él. Su ejemplo debería formar parte de una verdadera educación para la ciudadanía. Sus declaraciones a El Mundo deberían de abrir todos los telediarios. No podemos olvidarnos tampoco de su mujer y sus hijos. Ella ha permanecido siempre a su lado. No ha querido exhibir su dolor por esos medios de comunicación que afrentan a su condición de servidores públicos con programas basura que alimentan a una audiencia alienada. Isabel es también ejemplo, junto con su marido, de que no todo en esta sociedad está perdido. Todavía quedan personas dignas y que saben marcar el camino para los demás. Siguiendo el mandato de San Pablo, desde Religión en Libertad queremos dar honra al que honra merece. Jesús Neira merece todo nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y nuestros ánimos y oraciones para que pueda restablecerse por completo. Luis Fernando Pérez Bustamante Director de Religión en Libertad
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