Colón, testimonio de fe y de vida
Hoy la España católica que no se resiste a quedarse recluida en los templos ha dado un ejemplo de civismo, de alegría, de amor a Dios y de comunión en una sola fe, un solo Señor, un solo bautismo y un solo Dios y padre de todos.
Ha sido un éxito total. Ni el error técnico con el mensaje del Papa puede oscurecer o empañar el claro mensaje de vida, familia y evangelio genuino que centenares de miles de católicos españoles han testimoniado hoy en Colón. La asistencia ha sido masiva. No voy a entrar en guerras de cifras ni en si había más o menos que el año pasado. Un obispo asistente me acaba de decir que más. En otro medio de comunicación dicen que menos. Da igual. La plaza estaba llena y se veía mucha gente en las calles adyacentes. Entre los asistentes, muchas familias jóvenes, con críos pequeños y no tan pequeños. La homilía del cardenal Rouco ha sido muy buena. No es el de Madrid un cardenal que enardezca a las masas con sus predicaciónes, pero sabe no dejar suelto ningún cabo y hoy no iba a ser menos. Me ha gustado especialmente su mención al aborto y su clara y rotunda afirmación de que la cultura de la vida puede y debe derrotar a la cultura de la muerte. Don Antonio María nos ha hecho además un llamamiento fundamental a todos los fieles, a saber, que tomemos como ejemplo y como ayuda a la Sagrada Familia de Nazareth. No es fácil ser una familia cristiana en esta sociedad que se ha paganizado, así que necesitamos más que nunca la intercesión de aquella familia en la que Dios se encarnó, se humanizó, se hizo uno de nosotros. La asistencia de obispos españoles ha sido muy nutrida. Destaca la presencia de Asenjo, de quien aseguraban hoy mismo que no asistiría. Sí que se ha echado en falta la presencia de algún obispo catalán. Allá ellos y sus circunstancias. El Papa ha sido muy claro al decir “dirijo ahora un cordial saludo a los participantes que se encuentran reunidos en Madrid en esta entrañable fiesta". La comunión, señores míos, no era con el cardenal de Madrid, aunque también. Era con el Papa. Hoy la España católica que no se resiste a quedarse recluida en los templos ha dado un ejemplo de civismo, de alegría, de amor a Dios y de comunión en una sola fe, un solo Señor, un solo bautismo y un solo Dios y padre de todos. Somos minoría, pero también somos el futuro de esta nación, pues participamos de la cultura de la vida y la familia, y no somos siervos de la muerte, de la división, del fracaso y de la vaciedad espiritual. Nuestros hijos tomarán el relevo. En sus manos está hacer que este país vuelva a la fe de nuestros padres. Luis Fernando Pérez
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