Paccha Mama

Lo ideal sería que todos los ciudadanos leamos el proyecto de nueva Constitución antes del referéndum. Pero seamos realistas, eso no ocurrirá. Estamos hablando de un texto larguísimo, que incluye 444 artículos, un preámbulo y 34 disposiciones transitorias. Se requieren de al menos 14 horas y 25 minutos de lectura corrida, sin subrayar, releer o consultar el diccionario. (Para calcular el tiempo utilicé 2nd Speech Center, un programita de computadora que lee cualquier texto a la velocidad que usted escoja). Ningún padre o madre de familia que vuelva a casa al cabo de un día de trabajo agotador podrá hacerlo; si le dedica media hora diaria a la tarea, arrancándole minutos a su trajinada vida, le tomará todo un mes, y aun así no le servirá de nada porque para entender una Constitución tan extensa y complicada se requerirán varias lecturas y cierta cultura mínima, que nuestro pueblo no posee por responsabilidad de los malos gobiernos. ¿Cuál es mi consejo entonces para las personas que trabajan? Varios, pero en esta ocasión solo me referiré a uno. Comiencen por leer al menos el Preámbulo. Es solo media paginita, así que no les tomará más de cinco o seis minutos. Sabrán así que pronto el Ecuador dejará de ser un Estado laico, destruyendo la herencia de Eloy Alfaro. León Roldós hizo una denuncia parecida en relación a los artículos sobre educación, pero el antilaicismo aparece, como les digo, desde el Preámbulo, donde se invoca a la diosa Paccha Mama y se declara oficial la filosofía del sumak kawsay (el Buen Vivir), una concepción del mundo que se remonta a los tiempos de los aymará en Bolivia. Solo los estados totalitarios han pretendido imponer una religión o filosofía determinadas. Francisco Franco obligó a los españoles a practicar el catolicismo y en la antigua Unión Soviética la Constitución estalinista imponía su marxismo absolutista. Las constituciones democráticas no funcionan así; establecen derechos y responsabilidades, pero no les dicen a las personas cómo pensar o en qué creer. Al menos el catolicismo y el marxismo son ideologías más o menos conocidas; en cambio, ¿tiene usted idea de qué demonios es el Buen Vivir, o cuáles son los mandamientos de la Paccha Mama? No se preocupe, los ignorantes somos muchos porque los aymará no conocían la escritura así que no nos dejaron ningún texto para saber lo que realmente creían. Esto solo debería ser suficiente para no aprobar la Carta de la Esclavitud. Ningún hombre libre debe admitir un Estado que le imponga cómo pensar, qué filosofía practicar o qué dioses adorar. Alguien quizás me responda que estoy tomándome demasiado en serio esto de la Paccha Mama, que supuestamente no es más que un show para vender mejor la Constitución de Correa. Pero no es así. La ideología aymará permanece confusa pero no emergió por gusto. Era el instrumento ideológico de un antiguo sistema político en el que una sola persona y una pequeña casta concentraban el poder. En nuestro antiguo territorio, nadie podía actuar y pensar sino como el Inca ordenaba. La libertad de disentir no existía. Y ese es el ideal al que aspira Rafael Correa. Lo hemos visto y lo hemos probado. Así que el Buen Vivir no se quedará en el papel. Poco a poco nos irá acorralando. El Universo