Martirio en Lérida
FERNANDO SAPERAS, MÁRTIR
Queridos amigos e este blog: Todos los martirios de los Claretianos que os he relatado son estupendos. Lo acontecido con el Hermano Fernando Saperas es excepcional. Tiene además la ventaja de que todos los hechos están atestiguados por testigos presenciales y directos.
Fernando Saperas nació en Alió (Tarragona) el 8 de septiembre de 1905. Cuando cumplía el servicio militar en Barcelona entró en la Iglesia de los Claretianos en Barcelona. Escuchó con atención el sermón que predicaba el P. Antonio Soteras. Acabada la celebración, fue su busca. <>. <> Tenía 23 años, labrador, sin estudios suficientes; difícil emprender los estudios sacerdotales. Podría ser Hermano Misionero.
La vida de cuartel no es la más propicia para conservar un joven su integridad personal. <>. No olvidemos estas palabras, ellas son la clave de su martirio.
Terminado el servicio militar, ingresa en los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Profesa como Hermano Misionero el 15 de agosto de 1930. Sus connovicios fueron los estudiantes martirizados en Barbastro. En el mismo mes y día, recibían el martirio; unos en Barbastro, él en Tárrega.
Dispersada la Comunidad de Cervera, encuentra cobijo en el pueblo de Montpalau, cerca de la finca de Más Claret. Labrador de fibra recia, de él decía un niño al verle trabajar: <>. El señor Riera le dio trabajo; tenía estanco y una pequeña taberna. A veces, en ella brotaban blasfemias típicas de los países mediterráneos. Fernando siente herido su amor a Dios y los responde con fuerza. <> <> Sus Hermanos claretianos de Mas Claret también le pedían prudencia. <>.
El café del pueblo no era el lugar más adecuado para el carácter del Hermano Fernando. El 12 de agosto emprende la marcha hacia la finca de su amigo Bofagull. Él sabe ganarse la vida, sin ser un estorbo. Los de la finca habían escondido dos yeguas y dos potros.
Al llegar Fernando a la casa, simula variar de ruta, porque en la entrada de la misma ve un coche y un grupo de personas discutiendo. Los hombres que discutían le han visto y dos de ellos se lanzan en su persecución. Lo traen a la presencia de Juan Casterás, jefe de aquellos criminales. << ¿Quién eres tú? Soy de Tarragona y vuelvo a mi tierra. Ahora trillaba con el del estanco de Montpalau. He terminado aquí mi trabajo y voy en busca de faena.>>. Casterás le quita la boina para descubrir su corona clerical. <>. <>.
A la esposa y las hijas de Bofarull les obligaron a prepararles un suculento desayuno.
Queridos amigos e este blog: Todos los martirios de los Claretianos que os he relatado son estupendos. Lo acontecido con el Hermano Fernando Saperas es excepcional. Tiene además la ventaja de que todos los hechos están atestiguados por testigos presenciales y directos.
Fernando Saperas nació en Alió (Tarragona) el 8 de septiembre de 1905. Cuando cumplía el servicio militar en Barcelona entró en la Iglesia de los Claretianos en Barcelona. Escuchó con atención el sermón que predicaba el P. Antonio Soteras. Acabada la celebración, fue su busca. <
La vida de cuartel no es la más propicia para conservar un joven su integridad personal. <
Terminado el servicio militar, ingresa en los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Profesa como Hermano Misionero el 15 de agosto de 1930. Sus connovicios fueron los estudiantes martirizados en Barbastro. En el mismo mes y día, recibían el martirio; unos en Barbastro, él en Tárrega.
Dispersada la Comunidad de Cervera, encuentra cobijo en el pueblo de Montpalau, cerca de la finca de Más Claret. Labrador de fibra recia, de él decía un niño al verle trabajar: <
El café del pueblo no era el lugar más adecuado para el carácter del Hermano Fernando. El 12 de agosto emprende la marcha hacia la finca de su amigo Bofagull. Él sabe ganarse la vida, sin ser un estorbo. Los de la finca habían escondido dos yeguas y dos potros.
Al llegar Fernando a la casa, simula variar de ruta, porque en la entrada de la misma ve un coche y un grupo de personas discutiendo. Los hombres que discutían le han visto y dos de ellos se lanzan en su persecución. Lo traen a la presencia de Juan Casterás, jefe de aquellos criminales. << ¿Quién eres tú? Soy de Tarragona y vuelvo a mi tierra. Ahora trillaba con el del estanco de Montpalau. He terminado aquí mi trabajo y voy en busca de faena.>>. Casterás le quita la boina para descubrir su corona clerical. <
A la esposa y las hijas de Bofarull les obligaron a prepararles un suculento desayuno.
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