Centenario de Fátima (8)
TERCERA APARICIÓN
Los devotos de las apariciones aumentaban de día en día. En todos los caseríos se rezaba con fervor el Rosario. Una señora se sentía especialmente entusiasmada, la señora Carreira. Con la ayuda de su marido y de sus hijos levantó un arco en el lugar de las apariciones y lo circundó con una valla de unos 80 centímetros de alta. Fue el primer monumento de Fátima.
La insinuación del Párroco de que pudiera ser el demonio, caló hondo en Lucía. ¿Para qué ir a ver al demonio? Determinó no asistir el 13 de julio. Que sus primos hagan lo que quieran. La noche del 12 llegó una multitud al poblado. Lucía habló con sus primos y les comunicó su decisión. Ellos le contestaron que sí que irían. Jacinta se ofreció para hablar con la Señora en su lugar. Cuando Lucí llegó a casa, su madre la recibió con palabras duras:
El día 13, a mediodía. Se acercaba la hora de la cita. Lucía sentía un impulso interior hacia la Cova de Iría. Se dirigió a casa de sus primos. Encontró a Jacinta arrodillada junto a su cama llorando. Le dijo a su prima que no se atrevía a ir sin ella. Jacinta la tranquilizó:.
Los padres de Jacinta y Francisco les acompañaron. Ti Manuel, como se conocía al padre al señor Marto, trató de convencer a su hermana de que aquello era verdad. A los niños les cuesta llegar hasta la encina. Se calcula que en aquella primera gran manifestación en Fátima habría entre cuatro mil y cinco mil personas.
Lucía, al descubrir a la Virgen quedó como extasiada:
De pronto Lucía lanzó un grito de horror. ¿Qué había sucedido?
él los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o broceadas con forma humana que fluctuaban en el incendio llevadas por las llamas que de ellas mismas salían juntamente con nubes de humo, cayendo por todas partes, semejante al caer de chispas en los grades incendios, entre gritos y gemidos que horrorizaban y hacían estremecer de pavor>… Sin la promesa de llevarlos al cielo creo que podíamos haber muerto del susto, dice Lucía.
También la Virgen en esta aparición les descubrió la segunda guerra mundial y las persecuciones a la Iglesia y al santo Padre. Les dijo que vendría a pedir la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y la Comunión reparadora de los primeros sábados de mes.
“Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará”
Alos secretos de Fátima dedicaremos el espacio necesario. Es importante saber que se realizaron en la tercera aparición. Lucía no que ría venir.
Los devotos de las apariciones aumentaban de día en día. En todos los caseríos se rezaba con fervor el Rosario. Una señora se sentía especialmente entusiasmada, la señora Carreira. Con la ayuda de su marido y de sus hijos levantó un arco en el lugar de las apariciones y lo circundó con una valla de unos 80 centímetros de alta. Fue el primer monumento de Fátima.
La insinuación del Párroco de que pudiera ser el demonio, caló hondo en Lucía. ¿Para qué ir a ver al demonio? Determinó no asistir el 13 de julio. Que sus primos hagan lo que quieran. La noche del 12 llegó una multitud al poblado. Lucía habló con sus primos y les comunicó su decisión. Ellos le contestaron que sí que irían. Jacinta se ofreció para hablar con la Señora en su lugar. Cuando Lucí llegó a casa, su madre la recibió con palabras duras:
El día 13, a mediodía. Se acercaba la hora de la cita. Lucía sentía un impulso interior hacia la Cova de Iría. Se dirigió a casa de sus primos. Encontró a Jacinta arrodillada junto a su cama llorando. Le dijo a su prima que no se atrevía a ir sin ella. Jacinta la tranquilizó:
Los padres de Jacinta y Francisco les acompañaron. Ti Manuel, como se conocía al padre al señor Marto, trató de convencer a su hermana de que aquello era verdad. A los niños les cuesta llegar hasta la encina. Se calcula que en aquella primera gran manifestación en Fátima habría entre cuatro mil y cinco mil personas.
Lucía, al descubrir a la Virgen quedó como extasiada:
- “¿Qué es lo que queréis de mí?
- Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que continúen rezando el Rosario todos los días en hora de nuestra señora del Rosario para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra, porque solo ella les podrá valer.
- Quería pedirle que nos dijese quién es, y que hiciera un milagro para que todos crean se se nos aparece.
- Que continúen viniendo aquí todos los meses. En octubre diré quién soy y qué es lo que quiero. Haré un milagro que todos han de ver para que crean.
De pronto Lucía lanzó un grito de horror. ¿Qué había sucedido?
También la Virgen en esta aparición les descubrió la segunda guerra mundial y las persecuciones a la Iglesia y al santo Padre. Les dijo que vendría a pedir la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y la Comunión reparadora de los primeros sábados de mes.
“Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará”
Alos secretos de Fátima dedicaremos el espacio necesario. Es importante saber que se realizaron en la tercera aparición. Lucía no que ría venir.
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