Ha resucitado
¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!!
Dar posada al peregrino.
Esta obra de misericordia tiene una especial resonancia para el cristiano porque fue directamente experimentada por Jesús. En su huida a Egipto.
Toda la historia de Israel está marcada por la emigración. Desde Abrahán hasta la posesión de la tierra prometida: “Amaréis al emigrante porque emigrantes fuisteis en Egipto”. (Dt 10, 12) En cada extranjero podemos encontrarnos con Jesús. Su ida pública tiene escenas preciosas para nuestra enseñanza. Con toda probabilidad se hospedó de modo habitual en Cafarnaún, en casa de Pedro. Se sintió feliz con Lázaro y sus hermanas, y gozoso con Mateo y Zaqueo.
Las emigraciones son una constante en la historia del mudo. Por causas diversas: sequía, invasiones, guerras, economía, persecuciones, etc, millones de personas han transitado de una parte a otra. Lo que nosotros estamos viviendo actualmente es de proporciones no acostumbradas; tanto en Europa como en América. Nos desborda a nivel personal y familiar, no tanto a nivel nacional. El Papa pronunció unas palabras que nos llaman a la reflexión: “Pienso en nivel de nacimientos de Italia, Portugal, España, creo que es casi el O%. Entonces si no hay hijos, hay espacio vacío”.
Las mafias han complicado las razones para emigrar. Frecuentemente no llegan los emigrantes más necesitados, sino los que pueden pagar a las mafias. Y dentro de esta situación, otra realidad creciente y olvidada de los medios de comunicación: la trata de mujeres. Exiliadas no solo de su propia patria, sino de su propia persona, para un sexo inhumano y cruel.
Ante la magnitud del problema, necesitamos abrir nuestro corazón y cooperar en cuanto podamos. La iglesia que es Madre, está haciendo un esfuerzo extraordinario en esta situación caótica. Primero trabajando en los lugares don surgen los problemas. Allí las Caritas parroquiales atienden a las familias de los padres que han emigrado. Ha construido lugares de refugio para los que llegan o están en campos de refugiados. Si tenéis contacto con comedores de pobres, veréis que una gran mayoría son emigrantes. Para realizar esta obra, la Iglesia no ha necesitado que llegara la crisis de Oriente Medio. Ha nacido de vivir su fe con coherencia. Surge de sus entrañas y de seguir las palabras del Maestro. No todos los miembros de la Iglesia están suficientemente concienzados, pero muchos cooperan con gran sacrificio y se muestran sensibles a estos problemas.
No olvidemos la hospitalidad que se da entre Comunidades consagradas con miembros de países pobres que vienen a estudiar o formase en nuestros países. Hay Movimientos que han aceptado la hospitalidad con especial generosidad. Un jefe de familia del Movimiento Neocatecumenal me día: ha legado una familia de un país pobre del Movimiento. Se hospeda en nuestra casa, le hemos dado la llave de nuestra casa para que sienta como en la suya. ¡Chapeau! Yo, consagrado, no me rasgué las vestiduras me moría de vergüenza. “Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles”. (Hb 13, 1-2) Cuidemos las palabras y las formas con nuestros hermanos emigrantes.
Acojamos a nuestros hermanos que viven en soledad. Hoy es una fruta que abunda mucho. Y con ellos podemos ser indiferentes. Tiene piso, les falta familia y cariño. Les tenemos muy cerca.
Pronto será canonizado Don Manuel González. Frente a un Sagrario abandonado, nació su vocación de santidad en la Iglesia. En Palomares del Río, Huelva. Ningún grupo humano tiene semejante privilegio. Quien está de verdad con Jesús Eucaristía, está con los hermanos necesitados según sus posibilidades.
Dar posada al peregrino.
Esta obra de misericordia tiene una especial resonancia para el cristiano porque fue directamente experimentada por Jesús. En su huida a Egipto.
Toda la historia de Israel está marcada por la emigración. Desde Abrahán hasta la posesión de la tierra prometida: “Amaréis al emigrante porque emigrantes fuisteis en Egipto”. (Dt 10, 12) En cada extranjero podemos encontrarnos con Jesús. Su ida pública tiene escenas preciosas para nuestra enseñanza. Con toda probabilidad se hospedó de modo habitual en Cafarnaún, en casa de Pedro. Se sintió feliz con Lázaro y sus hermanas, y gozoso con Mateo y Zaqueo.
Las emigraciones son una constante en la historia del mudo. Por causas diversas: sequía, invasiones, guerras, economía, persecuciones, etc, millones de personas han transitado de una parte a otra. Lo que nosotros estamos viviendo actualmente es de proporciones no acostumbradas; tanto en Europa como en América. Nos desborda a nivel personal y familiar, no tanto a nivel nacional. El Papa pronunció unas palabras que nos llaman a la reflexión: “Pienso en nivel de nacimientos de Italia, Portugal, España, creo que es casi el O%. Entonces si no hay hijos, hay espacio vacío”.
Las mafias han complicado las razones para emigrar. Frecuentemente no llegan los emigrantes más necesitados, sino los que pueden pagar a las mafias. Y dentro de esta situación, otra realidad creciente y olvidada de los medios de comunicación: la trata de mujeres. Exiliadas no solo de su propia patria, sino de su propia persona, para un sexo inhumano y cruel.
Ante la magnitud del problema, necesitamos abrir nuestro corazón y cooperar en cuanto podamos. La iglesia que es Madre, está haciendo un esfuerzo extraordinario en esta situación caótica. Primero trabajando en los lugares don surgen los problemas. Allí las Caritas parroquiales atienden a las familias de los padres que han emigrado. Ha construido lugares de refugio para los que llegan o están en campos de refugiados. Si tenéis contacto con comedores de pobres, veréis que una gran mayoría son emigrantes. Para realizar esta obra, la Iglesia no ha necesitado que llegara la crisis de Oriente Medio. Ha nacido de vivir su fe con coherencia. Surge de sus entrañas y de seguir las palabras del Maestro. No todos los miembros de la Iglesia están suficientemente concienzados, pero muchos cooperan con gran sacrificio y se muestran sensibles a estos problemas.
No olvidemos la hospitalidad que se da entre Comunidades consagradas con miembros de países pobres que vienen a estudiar o formase en nuestros países. Hay Movimientos que han aceptado la hospitalidad con especial generosidad. Un jefe de familia del Movimiento Neocatecumenal me día: ha legado una familia de un país pobre del Movimiento. Se hospeda en nuestra casa, le hemos dado la llave de nuestra casa para que sienta como en la suya. ¡Chapeau! Yo, consagrado, no me rasgué las vestiduras me moría de vergüenza. “Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles”. (Hb 13, 1-2) Cuidemos las palabras y las formas con nuestros hermanos emigrantes.
Acojamos a nuestros hermanos que viven en soledad. Hoy es una fruta que abunda mucho. Y con ellos podemos ser indiferentes. Tiene piso, les falta familia y cariño. Les tenemos muy cerca.
Pronto será canonizado Don Manuel González. Frente a un Sagrario abandonado, nació su vocación de santidad en la Iglesia. En Palomares del Río, Huelva. Ningún grupo humano tiene semejante privilegio. Quien está de verdad con Jesús Eucaristía, está con los hermanos necesitados según sus posibilidades.
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