Estar Bautizados
En un mundo de lo eficaz, interesan poco las raíces. También en la vida eclesial podemos caer en la trampa. Si nuestra acción no nace de la Presencia Trinitaria en nosotros, queda sin raíces y, al final, es una acción profana. Buena si sirve para hacer el bien, pero insuficiente para la gloria de Dios.
Desde hace años los Papas realizan el primer sacramento de iniciación cristiana el día del bautismo de Jesús en el Jordán. También el papa Francisco ha bautizado a 26 niñas y niños.
Varios aspectos señala el Papa que nos pueden ayudar en la vivencia cristiana de cada día.
En el Bautismo somos consagrados como Jesús. Somos invadidos por la acción de la Trinidad y por el Espíritu Santificador. “En el Bautismo somos consagrados por el Espíritu Santo. La palabra <> significa esto, significa consagrado como Jesús, en el Espíritu con el cual ha sido consagrado Jesús en toda su existencia terrena. Él es el <>, ungido, consagrado; los bautizados somos <>, es decir consagrados, ungidos”.
Los niños son bautizados en la fe de la Iglesia, en la fe de sus padres y padrinos. Mañana ellos tendrán que dar su propio <> a Jesucristo. El bautismo nos incorpora a la Iglesia. “El Bautismo nos incorpora en el cuerpo de la Iglesia, en el pueblo santo de Dios. Y en este cuerpo, en este pueblo en camino, la fe viene trasmitida de generación en generación: es la fe de la Iglesia. Es la fe de María, la fe de San José, de San Pedro, de San Andrés, de san Juan, la fe de los Apóstoles y de los Mártires que ha llegado hasta nosotros a través del Bautismo. ¡Una cadena de transmisión de fe! ¡Y esto es muy bello! Ea pasar de mano en mano la luz de la fe: lo expresaremos dentro de poco con el gesto de encender las velas del gran cirio pascual. El gran cirio representa a Cristo resucitado, vivo en medio de nosotros. Ustedes, familias, tomen de Él la luz de la fe para transmitirla a sus hijos. Esta luz la toman en la Iglesia, en el cuerpo de Cristo, en el pueblo de Dios que camina en todo tiempo y en todo lugar.
El Papa pronuncia, a continuación unas palabras impresionantes para el tiempo en que vivimos: “Enseñen a sus hijos que no se puede ser cristianos fuera de la Iglesia, no se puede seguir a Jesucristo sin la Iglesia, porque la Iglesia es madre y nos hace crecer el el amor a Jesucristo”.
El Bautismo se desarrolla por el por la palabra de Dios que ilumina: “Hemos escuchado en la primera lectura que el Señor se preocupa de sus hijos como un padre: se preocupa de dar a sus hijos un alimento sustancioso. Mediante el profeta nos Dios nos dice: ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no sacia? (Is 55, 1011)… Así ustedes padres, y también ustedes, padrinos y madrinas, abuelos, tíos ayudarán a estos niños a crecer bien si les dan la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús… Todos los días tendrán la costumbre de leer un pasaje del Evangelio, pequeñito y será el ejemplo para sus hijos, ver a papá, a mamá, a los padrinos, abuelos, abuelas, tíos leer la palabra de Dios”.
La oración al Espíritu Santo fortalece nuestro caminar diario: “Yo rezo a Dios. Pero Dios así no existe: Dios es la persona y en cuanto persona existe el padre, el Hijo y el Espíritu Santo…Habitualmente nosotros rezamos el <>, rezamos al Padre. Pero al espíritu santo no le rezamos tanto… ¡Es tan importante rezarle al Espíritu Santo! Porque nos enseña a llevar adelante la familia, los niños, para que los niños crezcan en esta atmósfera de la Trinidad Santa. Es precisamente el Espíritu el que los lleva adelante. Por esto, no se olviden de invocar con frecuencia al Espíritu Santo, todos los días”.
Termina el Papa: Cuando recen la oración de <>, sientan la presencia materna de María. Ella nos enseña a rezar al Espíritu Santo y a vivir según el Espíritu, como Jesús. La Virgen, nuestra Madre, acompañe siempre en camino de sus hijos y de sus familias”.
Desde hace años los Papas realizan el primer sacramento de iniciación cristiana el día del bautismo de Jesús en el Jordán. También el papa Francisco ha bautizado a 26 niñas y niños.
Varios aspectos señala el Papa que nos pueden ayudar en la vivencia cristiana de cada día.
En el Bautismo somos consagrados como Jesús. Somos invadidos por la acción de la Trinidad y por el Espíritu Santificador. “En el Bautismo somos consagrados por el Espíritu Santo. La palabra <
Los niños son bautizados en la fe de la Iglesia, en la fe de sus padres y padrinos. Mañana ellos tendrán que dar su propio <
El Papa pronuncia, a continuación unas palabras impresionantes para el tiempo en que vivimos: “Enseñen a sus hijos que no se puede ser cristianos fuera de la Iglesia, no se puede seguir a Jesucristo sin la Iglesia, porque la Iglesia es madre y nos hace crecer el el amor a Jesucristo”.
El Bautismo se desarrolla por el por la palabra de Dios que ilumina: “Hemos escuchado en la primera lectura que el Señor se preocupa de sus hijos como un padre: se preocupa de dar a sus hijos un alimento sustancioso. Mediante el profeta nos Dios nos dice: ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no sacia? (Is 55, 1011)… Así ustedes padres, y también ustedes, padrinos y madrinas, abuelos, tíos ayudarán a estos niños a crecer bien si les dan la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús… Todos los días tendrán la costumbre de leer un pasaje del Evangelio, pequeñito y será el ejemplo para sus hijos, ver a papá, a mamá, a los padrinos, abuelos, abuelas, tíos leer la palabra de Dios”.
La oración al Espíritu Santo fortalece nuestro caminar diario: “Yo rezo a Dios. Pero Dios así no existe: Dios es la persona y en cuanto persona existe el padre, el Hijo y el Espíritu Santo…Habitualmente nosotros rezamos el <
Termina el Papa: Cuando recen la oración de <
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