El diablo del Papa
A veces los títulos pueden ser confusos. Pueden ser periodísticamente eficaces. Sabéis de mi cariño por este Papa y por todos los Papas. Me los entregó el Señor por las mediaciones humanas y esto me basta.
Me refiero a las veces en que el papa Francisco ha hablado del demonio según las distintas denominaciones que tiene en
Don Antonio Rouco en Madrid ha creído conveniente preparar algunos sacerdotes para el Ejercicio de los Exorcismos. Algunos, que se la tienen jurada, les ha faltado tiempo para atacarlo sin piedad.
Un exjesuita le lanza lindezas como esta: “¿todavía no se enterado el cardenal Rouco de que lo del demonio y los exorcismos pertenecen a un mundo de creencias mágicas que ya no tienen vigencia ni merecen que se les preste atención o interés alguno?”
Ante calificaciones de este calibre, uno espera que citen
Nos encontramos ante
En la página digital en que aparecen las injurias anteriormente enunciadas, se han hecho muchos elogios del Papa Francisco en todo aquello que ellos han defendido. Hasta libros han escrito contraponiéndolo a Don Antonio Rouco. Pero como las mentiras tienen las patas cortas, han entrado en contradicción. No es solo Don Antonio quien cree en demonio es también el papa Francisco. Y con gran firmeza. El Papa que ellos soñaban se les está volviendo rana.
Y estamos comenzando. En cuanto no coincida con sus ideas, lo van a acribillar. Al tiempo. Ahora no se han atrevido con el Papa y lo han hecho con el Arzobispo de Madrid.
Una vez más, nos debe guiar el sentido de la verdad que nos muestra
No todo el mal del mundo procede del maligno, nuestra libertad está inclinada al mal y cuando no la encauzamos adecuadamente nos lleva a la catástrofe. Cuando el papa Pablo VI dijo que humo de satanás había penetrado en