Tienes una Llamada a ser Santo
TIENES UNA LLAMADA A SER
SANTO
Hay que señalar, como lo hace el Concilio Vaticano II la llamada a la santidad, no como un rebaño sino cada uno por su propio camino. <>
La vida de los santos es un estímulo; no siempre estimulan a una imitación. El Espíritu Santo e siempre original en cada creyente. No hay reglas fijas que sirvan para todos. El don de Dios <>.
El Papa destaca, y con razón, la originalidad de la santidad femenina. “Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el <> también se manifiesta en estilos femeninos de santidad, indispensables para reflejar la santidad de Dios en este mundo. Precisamente, aun en épocas en que las mujeres fueron más relegadas, el Espíritu Santo suscitó santas cuya fascinación provocó nuevas dinamismos espirituales e importantes reformas en la Iglesia. Podemos mencionar a santa Hildegarda de Birgen, santa Brígida, santa Catalina de Siena, santa Teresa de Ávila o santa Teresa de Lisieux. Pero me interesa recordar a tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de su testimonio”.
El proyecto de Dios no es algo que aconteciera hace 15 días o después de haber visto nuestras cualidades sino desde la eternidad. (Jr 1, 5; Ef 1, 4).
La santidad de los hijos de Dios no va unida a la dignidad de las personas, ni al oficio que puedan desempeñar en la sociedad o en la Iglesia. No somos santos por lo que hacemos sino por la santidad que el Señor crea por su presencia trinitaria en nosotros y recibida en el bautismo. “Deja que la gracia de tu Baustismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios; y para ello opta por él elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es fruto del Espíritu Santo en tu vida… En la Iglesia. Santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer en la santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, los santuarios, la vida d elas comunidades, el testimonio de sus santos, y una múltiple belleza que procede del amor al Señor, <> “.
De esta fuente de santidad surgirán los pequeños gestos de la vida ordinaria. La inspiración del Espíriu santo afecta tanto a los importantes como a los hechos cotidianos de nuestra vida. El cardenal Van Thuán, prisionero de los Comunistas, decía<>.
A través de cada uno de nosotros, Dios quiere decir al mundo una palabra original: “Déjate transformar, Déjate transformar por el Espíritu, para que eso sea posible, y así tu preciosa misión no se malogrará. El señor la cumplirá también en medo de tus errores y malos momentos, con tal que no abandones el camino del amor y estés siempre abierto a su acción sobrenatural que purifica e ilumina”.
SANTO
Hay que señalar, como lo hace el Concilio Vaticano II la llamada a la santidad, no como un rebaño sino cada uno por su propio camino. <
La vida de los santos es un estímulo; no siempre estimulan a una imitación. El Espíritu Santo e siempre original en cada creyente. No hay reglas fijas que sirvan para todos. El don de Dios <
El Papa destaca, y con razón, la originalidad de la santidad femenina. “Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el <
El proyecto de Dios no es algo que aconteciera hace 15 días o después de haber visto nuestras cualidades sino desde la eternidad. (Jr 1, 5; Ef 1, 4).
La santidad de los hijos de Dios no va unida a la dignidad de las personas, ni al oficio que puedan desempeñar en la sociedad o en la Iglesia. No somos santos por lo que hacemos sino por la santidad que el Señor crea por su presencia trinitaria en nosotros y recibida en el bautismo. “Deja que la gracia de tu Baustismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios; y para ello opta por él elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es fruto del Espíritu Santo en tu vida… En la Iglesia. Santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer en la santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, los santuarios, la vida d elas comunidades, el testimonio de sus santos, y una múltiple belleza que procede del amor al Señor, <
De esta fuente de santidad surgirán los pequeños gestos de la vida ordinaria. La inspiración del Espíriu santo afecta tanto a los importantes como a los hechos cotidianos de nuestra vida. El cardenal Van Thuán, prisionero de los Comunistas, decía<
A través de cada uno de nosotros, Dios quiere decir al mundo una palabra original: “Déjate transformar, Déjate transformar por el Espíritu, para que eso sea posible, y así tu preciosa misión no se malogrará. El señor la cumplirá también en medo de tus errores y malos momentos, con tal que no abandones el camino del amor y estés siempre abierto a su acción sobrenatural que purifica e ilumina”.
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