Martirios Individuales
MARTIRIOS INDIVIDUALES (II)
JENARO PINYOL Y REMIGIO TAMARIT-
Cuando llegó la Persecución Religiosa, eran seminaristas claretianos. Tienen una gran valentía en el camino hacia el martirio. Son detenidos cuando se dirigían a sus familias y condenados a muerte por el comité de Borges Blanques.
Piden a los milicianos que les sepulten en tierra santa. Se lo conceden generosamente. En vez de matarlos en el campo, los llevan al Cementerio de La Floresta. Allí les piden poder escribir algo a sus familias. Fue concedido. Esto les dijeron en aquellos momentos: <>. Estos papeles llegan a sus familias. Les ruegan rezar antes de morir y entre los fusiles se lo permiten. Los mártires emocionados lanzan al aire la jaculatoria clásica española: <<¡Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía>>.
Les suplican morir de frente y no de espaldas; aquí se acaba la generosidad miliciana. Era mucho sostener la mirada de aquellos dos valientes. Le mandaron volverse. Ellos obedecieron con sencillez lanzando el ¡Viva cristo Rey! Las balas segaron las vidas de aquellos muchachos sementera de cristianos.
HERMANO RAMÓN RIUS-
Al estallar la Persecución Religiosa se refugió en la casa paterna en pueblo cercano de Santa fe. En ella estaban refugiadas dos hermanas Religiosas con tres compañeras más. Los seis llevaban una vida de claustro; dedicados a la oración y al trabajo.
A su madre le oyeron decir: <>.
El 2 de septiembre un grupo de milicianos llegaba para llevarse a Ramón. Oye de su madre esta última recomendación: <>. Con esta actitud de su madre, valiente como la madre de los Macabeos, llegaba al Cementerio de Cervera donde fue martirizado.
JENARO PINYOL Y REMIGIO TAMARIT-
Cuando llegó la Persecución Religiosa, eran seminaristas claretianos. Tienen una gran valentía en el camino hacia el martirio. Son detenidos cuando se dirigían a sus familias y condenados a muerte por el comité de Borges Blanques.
Piden a los milicianos que les sepulten en tierra santa. Se lo conceden generosamente. En vez de matarlos en el campo, los llevan al Cementerio de La Floresta. Allí les piden poder escribir algo a sus familias. Fue concedido. Esto les dijeron en aquellos momentos: <
Les suplican morir de frente y no de espaldas; aquí se acaba la generosidad miliciana. Era mucho sostener la mirada de aquellos dos valientes. Le mandaron volverse. Ellos obedecieron con sencillez lanzando el ¡Viva cristo Rey! Las balas segaron las vidas de aquellos muchachos sementera de cristianos.
HERMANO RAMÓN RIUS-
Al estallar la Persecución Religiosa se refugió en la casa paterna en pueblo cercano de Santa fe. En ella estaban refugiadas dos hermanas Religiosas con tres compañeras más. Los seis llevaban una vida de claustro; dedicados a la oración y al trabajo.
A su madre le oyeron decir: <
El 2 de septiembre un grupo de milicianos llegaba para llevarse a Ramón. Oye de su madre esta última recomendación: <
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