Nuevo Misal (3)
RITOS INICIALES
Cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, no podeos olvidar lo que da sentido a cuanto exteriormente realizamos.
> a la que se nos invita. Tiene unos ritos de apertura y una conclusión.
Para participar convenientemente en la Eucaristía, conviene llegar a tiempo, apagar los móviles y despreocuparse del reloj.
La finalidad de los ritos iniciales es crear comunidad entre los fieles y preparar los ánimos para lo que van a celebrar: escucha de la Palabra y la Eucaristía.
La Procesión de entrada inicia la celebración eucarística. Lo normal es que fuera acompañada de un cántico en relación con el misterio concreto celebrado. De lo contrario se recita la antífona d entrada a modo de monición.
Legados al altar el sacerdote lo besa con devoción, saluda a la Asamblea y realiza una breve monición para situar la celebración del día e invitar al acto penitencial desde la sede. Desde allí preside toda la liturgia de la Palabra. Es importante el momento de silencio para el examen de conciencia. De lo contrario, queda sin sentido. Termina con la absolución del sacerdote. Esta no tiene valor sacramental. No suple el Sacramento de la confesión cuando se tiene necesidad de él.
Con el Señor ten piedad, aclamamos al Señor y pedimos su misericordia.
“El Gloria es u antiquísimo y venerable himno con que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero t le presenta sus súplicas. El texto de este himno no puede cambiarse por otro. Lo entona el sacerdote o, el cantor o el coro y lo cantan o todos juntos o el pueblo alternando con los cantores, o solo la schola. Si no se canta, al menos lo han de recitar todos o juntos o a dos coros que se responden alternativamente”. Se recita en los domingos y en las fiestas y solemnidades, excepto adviento y cuaresma.
Oración colecta. El Sacerdote termina los ritos iniciales con la esta oración. Después de la invitación, guarda un momento de silencio para que los fieles pongan ante el Señor sus propias intenciones. Con el amén dela Asamblea concluye esta apertura de la Eucaristía.
Cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, no podeos olvidar lo que da sentido a cuanto exteriormente realizamos.
- La Asamblea local de la Santa Iglesia.
- Bajo la presidencia del Sacerdote que preside en nombre de Cristo.
- En la Misa celebramos la Cena del Señor –memorial eucarístico.
- La presencia real de Cristo en la Asamblea, en la Palabra, en quien preside.
Para participar convenientemente en la Eucaristía, conviene llegar a tiempo, apagar los móviles y despreocuparse del reloj.
La finalidad de los ritos iniciales es crear comunidad entre los fieles y preparar los ánimos para lo que van a celebrar: escucha de la Palabra y la Eucaristía.
La Procesión de entrada inicia la celebración eucarística. Lo normal es que fuera acompañada de un cántico en relación con el misterio concreto celebrado. De lo contrario se recita la antífona d entrada a modo de monición.
Legados al altar el sacerdote lo besa con devoción, saluda a la Asamblea y realiza una breve monición para situar la celebración del día e invitar al acto penitencial desde la sede. Desde allí preside toda la liturgia de la Palabra. Es importante el momento de silencio para el examen de conciencia. De lo contrario, queda sin sentido. Termina con la absolución del sacerdote. Esta no tiene valor sacramental. No suple el Sacramento de la confesión cuando se tiene necesidad de él.
Con el Señor ten piedad, aclamamos al Señor y pedimos su misericordia.
“El Gloria es u antiquísimo y venerable himno con que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero t le presenta sus súplicas. El texto de este himno no puede cambiarse por otro. Lo entona el sacerdote o, el cantor o el coro y lo cantan o todos juntos o el pueblo alternando con los cantores, o solo la schola. Si no se canta, al menos lo han de recitar todos o juntos o a dos coros que se responden alternativamente”. Se recita en los domingos y en las fiestas y solemnidades, excepto adviento y cuaresma.
Oración colecta. El Sacerdote termina los ritos iniciales con la esta oración. Después de la invitación, guarda un momento de silencio para que los fieles pongan ante el Señor sus propias intenciones. Con el amén dela Asamblea concluye esta apertura de la Eucaristía.
Comentarios