Periodistas de Esperanza
Desde tiempo antiguo se ha comparado la mente humana con <> que está continuamente en movimiento; no se puede parar. La persona que está al frente de molino tiene la posibilidad de seleccionar el trigo o la cizaña como materia de la molienda.
Desde esta perspectiva el papa Francisco presenta el mensaje para la 51 Jornada de las Comunicaciones Sociales. “Me gustaría que con este mensaje llegar y animar a todos los que, tanto en ámbito profesional como en el de las relaciones personales, <> cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación. Quisiera exhortar a todos a una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura de encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza”.
Todos estamos sobrecogidos por las malas noticias. Es una espiral en que estamos metidos y que es urgente romper. El ambiente creado por el terrorismo, las guerras, escándalos políticos y eclesiales, matrimoniales y toda frustración en el aspecto humano, no crean un ambiente de esperanza. Cuando en el sistema comunicativo la buena noticia es aquella que produce impacto, se hace espectáculo con el rama del dolor o el escándalo sexual, nos podemos adormecer o caer en la desesperación. “Ciertamente no se trata de favorecer una desinformación en la se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal. Quisiera por el contrario, que todos tratáramos de superar ese sentimiento de disgusto y de resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal”.
No es posible vivir con esperanza si el protagonismo de la comunicación la tienen las malas noticias. “Por lo tanto, quisiera contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia. Invito a todos a ofrecer a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la <>”.
Las noticias son la historia del hombre. Debe seleccionar los datos más importantes. noticia del Evangelio. “Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad. En Cristo Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos. <> : es la palabra consoladora de un Dios que se implica desde siempre en la historia de su pueblo. Con esta promesa: <>, Dios asume, en su Hijo amado toda nuestra debilidad hasta morir como nosotros. En Él también las tinieblas y la muerte se hacen lugar de comunión con la Luz y la Vida”.
El Reino de Dios está vivificando al mundo como semilla oculta, como levadura transformadora. Jesús nos lo describió en parábolas que nos hacen comprender mejor todo el sentido que su persona da al mundo en que vivimos. Su luz nos hace capaces de trabajar en las múltiples comunicaciones para descubrir e iluminar la realidad formidable que se esconde en cada noticia y en el rostro de las personas. “Quien se deja guiar con fe por el Espíritu Santo es capaz de discernir en cada acontecimiento lo que ocurre en Dios y la humanidad, reconociendo cómo él mismo, en el escenario dramático de este mundo está tejiendo la trama de una historia de salvación… También hoy el Espíritu siembra en nosotros el deseo del Reino, a través de muchos <> vivientes, a través de las personas que se dejan conducir por la Buena Nueva en medio del drama de la historia, y son como faros en la oscuridad de este mundo, que iluminan el camino y abren nuevos senderos de confianza
Desde esta perspectiva el papa Francisco presenta el mensaje para la 51 Jornada de las Comunicaciones Sociales. “Me gustaría que con este mensaje llegar y animar a todos los que, tanto en ámbito profesional como en el de las relaciones personales, <
Todos estamos sobrecogidos por las malas noticias. Es una espiral en que estamos metidos y que es urgente romper. El ambiente creado por el terrorismo, las guerras, escándalos políticos y eclesiales, matrimoniales y toda frustración en el aspecto humano, no crean un ambiente de esperanza. Cuando en el sistema comunicativo la buena noticia es aquella que produce impacto, se hace espectáculo con el rama del dolor o el escándalo sexual, nos podemos adormecer o caer en la desesperación. “Ciertamente no se trata de favorecer una desinformación en la se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal. Quisiera por el contrario, que todos tratáramos de superar ese sentimiento de disgusto y de resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal”.
No es posible vivir con esperanza si el protagonismo de la comunicación la tienen las malas noticias. “Por lo tanto, quisiera contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia. Invito a todos a ofrecer a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la <
Las noticias son la historia del hombre. Debe seleccionar los datos más importantes. noticia del Evangelio. “Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad. En Cristo Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos. <
El Reino de Dios está vivificando al mundo como semilla oculta, como levadura transformadora. Jesús nos lo describió en parábolas que nos hacen comprender mejor todo el sentido que su persona da al mundo en que vivimos. Su luz nos hace capaces de trabajar en las múltiples comunicaciones para descubrir e iluminar la realidad formidable que se esconde en cada noticia y en el rostro de las personas. “Quien se deja guiar con fe por el Espíritu Santo es capaz de discernir en cada acontecimiento lo que ocurre en Dios y la humanidad, reconociendo cómo él mismo, en el escenario dramático de este mundo está tejiendo la trama de una historia de salvación… También hoy el Espíritu siembra en nosotros el deseo del Reino, a través de muchos <
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