El Deporte del Papa Francisco
El Papa recibió al Centro Deportivo Italiano el siete de junio pasado. Una parte de la plaza de san
El Papa pide en primer lugar que el deporte sea un juego y ponerse en juego: “Es importante, queridos muchachos, que el deporte el deporte siga siendo un juego. Sólo si es un juego, hará bien al cuerpo y al espíritu. Y precisamente porque sois deportistas, os invito no solo a jugar, como ya lo hacéis, sino a algo más: a poneros en juego tanto en la vida como en el deporte. Poneros en juego en busca del bien, en la Iglesia y en la sociedad, sin miedo, con valentía y entusiasmo. Poneros en juego con los demás y con Dios; no contentarse con un > mediocre, dar lo mejor de sí mismos, gastando la vida por lo que de verdad vale y dura para siempre. No contentarse con estas vidas tibias, vidas >: no, no. Ir adelante, buscando siempre la victoria”.
El juego en equipo nos debe llevar a una entrega verdadera: “Os deso también que sintáis el gusto, la belleza del juego en equipo, que es muy importante para
Reconoce el Papa la labor de muchos educadores cristianos Muchas sociedades deportivas han nacido a la sombra del Campanario. “Pero este grupo deportivo debe organizarse bien., de modo coherente con la comunidad cristiana, si no es coherente, es mejor que no exista. El deporte en la comunidad puede ser un optimo instrumento, mediante el cual la Iglesia se acerca a cada persona para ayudarla a llegar a ser mejor y a encontrar a Jesucristo”.
Jugando así, los jóvenes encontrarán uno de los tres caminos que los harán felices. “Encuentro tres caminos, para los jóvenes, para los muchachos y para los niños. El camino de la educación, el camino del deporte y el camino del trabajo, es decir, que haya puestos de trabajo al inicio de la vida juvenil. Si existen estos tres caminos, os aseguro que no habrá dependencias: nada de droga, nada de alcohol. ¿Por qué? Porque la escuela te lleva adelante, el deporte te lleva a delante y el trabajo te lleva a delante. No olvidéis esto. A vosotros, dirigentes, y también a vosotros, hombres y mujeres de la política: educación, deporte y puestos de trabajo”.
Recomienda el Papa generosidad en los dirigentes deportivos para que jueguen todos según sus posibilidades, no solo los superdotados. Y añade: “Os aliento a llevar adelante vuestro compromiso con los muchachos de las periferias de las ciudades: junto con los balones para jugar también podéis dar motivos de esperanza y de confianza