Los Confesores del Papa Francisco
Desde hace 25 años,
Este año el papa Francisco les ha dirigido unas palabras preciosas. Directamente los destinatarios son los Sacerdotes y cuantos se preparan para este ministerio. Indirectamente afecta y mucho a todo el pueblo de Dios.
La experiencia demuestra que la confesión ha sido el modo ordinario de
El Sacerdote es médico y es juez. Juez, cuando absuelve; médico, cuando cura y entusiasma por Jesucristo.
Cuatro aspectos desarrolla el Papa:
1º El protagonista de
“El perdón que el sacramento confiere es la vida nueva trasmitida por el señor resucitado por medio de su Espíritu…Por lo tanto, vosotros estáis llamados a ser siempre>, testigos y anunciadores gozosos y fuertes de
2º El Sacerdote renueva generosamente la gracia bautismal.
“Donar esta gracia. Un sacerdote que no cuida esta parte de su ministerio, tanto en el tiempo que le dedica como en la calidad espiritual, es como un pastor que no se ocupa de las ovejas que se le han perdido; es como un padre que se olvida al hijo perdido y descuida esperarlo. Pero la misericordia es el corazón del evangelio. No olvidéis esto: la misericordia es el corazón del evangelio. Es la buena noticia de que Dios nos ama, que ama siempre al hombre pecador… No olvidemos que a los fieles, a menudo, les cuesta acercarse al sacramento… Por esta razón, es necesario trabajar mucho sobre nosotros mismos, sobre nuestra humanidad, para no ser nunca obstáculo sino favorecer siempre el acercamiento a la misericordia y al perdón. Pero muchas veces sucede que una persona viene y dice:>, y en lo cuenta la persona se ve la imprudencia, la falta d amor pastoral. Y se alejan por por una mala experiencia en
3º El sacerdote debe evitar dos extremos:
“Ninguno de los dos va bien, porque, en realidad, no se hacen cargo de la persona del penitente. En cambio la misericordia escucha de verdad con el corazón de Dios y quiere acompañar al alma en el camino de la reconciliación.
4º Disponibilidad de los Sacerdotes.
“Por ello es muy importante que, en todas las diócesis y en todas las comunidades parroquiales se cuide de manera especial la celebración de este sacramento del perdón y de la salvación. Conviene que en cada parroquia los fieles sepan cuando pueden encontrar a los sacerdotes disponibles: cuando hay fidelidad, los frutos se ven. Esto vale de modo particular para las Iglesias confiadas a las Comunidades religiosas, que pueden asegurar una presencia constante de confesores