El mundano Papa Francisco
El papa francisco usa, con frecuencia, la palabra mundano y mundanidad. Es un hombre de Ejercicios y sabe que lo mundano es una tentación permanente. San Ignacio pide en el primer coloquio de la meditación del pecado, por mediación de
Este aspecto de la vida cristiana lo afrontó el Papa, directamente, en la homilía del día 17 de enero.
El Papa parte de nuestra realidad cristiana. Somos hijos de Dios. Es nuestra realidad más valiosa y, por lo tanto, la que debe marcar el ritmo de nuestra vida. Todas las demás realidades deben estar impregnadas Cristo. Es lo prioritario en nuestra vida.
El texto de
El Papa distingue muy bien entre lo que es ser persona normal en la vida civil y lo que un cristiano tiene de específico e irrenunciable. “Así seremos como todos los demás pueblos.” (1 Sam 8,20)
“De este modo ha indicado el Papa, ´ rechazan al Señor del amor, rechazan la elección y buscan el camino de la mundanidad´, de forma análoga a tantos cristianos de hoy: ´ La normalidad de vida exige al cristiano fidelidad su elección y no venderla para ir hacia una uniformidad mundana. Esta es la tentación del pueblo, y también la nuestra. Muchas veces olvidamos la palabra de Dios, lo que nos dice el Señor, y cogemos la palabra de moda ¿no?, también la de la telenovela que está de moda, cogemos esa, ¡es más divertida! La apostasía es precisamente el pecado de ruptura del Señor, pero es clara: la apostasía se ve claramente.
Es más peligrosa, la mundanidad, porque es más sutil. ´ Es verdad que el cristiano debe ser normal, como son normales las pesonas´, ha reconocido el papa Francisco, ´ pero hay valores que el cristiano no puede tomar por sí mismo. El cristiano debe retener
No podemos vender nuestra realidad de hijos de Dios por una normalidad que tiende a olvidar la palabra de Dios y nos induce vivir como si Dios no existiera.
El veneno d ela laicidad nos ha invadido profundamente. Un laicista puede manifestarse y dejarnos en ridículo cuando quier y como quiera. Un creyente tiene complejo de manifestar su fe en la vida ordinaria que es donde manifestamos nuestra fe realmente.
Un cristiano coherente debe ser anormal en la sociedad si quiere ser un seguidor de Jesucristo donde quiera que se encuentre.
Pasar desapercibidos es la norma que nos acompaña, normalmente: En
Esto nos dice el Papa es una mundanidad incomprensible.
Se nos tiene que notar. Muchas personas solo perciben a Jesucristo por nuestra vida anormal cristiana.