¡Vaya Lío contra Tele5!

   Uno de nuestros síntomas más claros de nuestra secularidad católica es la comodidad.  Una enfermedad grave cuando es permanente.

   Con mucha razón el papa Francisco nos dice que prefiere una Iglesia con la pierna rota por que ha salido de sí misma buscando presentar el mensaje de Jesús, que una Iglesia enferma, encerrada en sí misma, mirándose al ombligo.

   Hoy tenemos elementos suficientes para influir en los medios de comunicación que antes eran impensables.

   Sin duda tendremos que salir a la calle para defender nuestros derechos como personas y como creyentes. Sin duda. No olvidemos, con todo, que las concentraciones masivas en la calle desgastan mucho, necesitan mucha preparación y mucho dinero. No se pueden realizar con frecuencia.

    Internet se ha mostrado una herramienta muy eficaz. Es la manifestación pública sobre un hecho concreto e inmediato al alcance de todas las personas de buena voluntad.

    Un ejemplo lo tenemos con el programa de Tele 5: Campamento de verano. Ante 30.000 firmas han reaccionado tanto la TV como las firmas comerciales que apoyaban el programa. La TV pidiendo diálogo. Tres firmas que promocionaban el asunto retirando sus anuncios.

    Imaginad lo que hubiera sucedido si hubiéramos llegado a las 500.000 firmas. Pueden parecer un sueño, pero no lo es. 500.000 cristianos despiertos pueden conseguir milagros. Es un reto. Y lo es porque todavía estamos dormidos y bien dormidos en nuestra responsabilidad personal. Demasiado despiertos para la crítica destructiva o lamentadora.

    Con 500.000 tendríamos una fuerza invencible con las presentaciones anticristianas y para el fomento de los valores humanos dignos.

     Estas palabras del papa Francisco a una diócesis argentinazos dan la pista: “Caminar, dejarse discipular y anunciar. Caminar: ustedes saben que les tengo miedo a los cristianos quietos. Termina como agua estancada. Dejarse discipular: también me dan miedo los que se creen que “se las saben todas”, los suficientes. Si darse cuenta van cerrando su corazón al Señor; terminan centrados en sí mismos. Son los cristianos a quienes podríamos llamar “cristianos yo, conmigo, para mí”.

     Sin canonizar a nadie, me parece que HAZTE OIR esta realizando una labor excelente en muchos aspectos. Este es uno de ellos. Sé que a algunas personas no les gusta. Tengamos en cuenta que puro, purísimo solo Dios. En todo caso, la solución no está en criticar sino fundar otra plataforma de mayor calidad, que suprima defectos y aumente virtudes.