¡¡¡Vaya Lío!!!
Son líos a que nos llamaba el papa Francisco. Sin duda sus palabras serán de actualidad durante meses y años. Creo que con razón. Como siempre las podemos usar en varios sentidos: a) Como arma arrojadiza contra los que nosotros pensamos que no arman lío. b) Con sentido hacia dentro de
Los líos y los jaleos pedidos por el Papa pueden tener otras dimensiones que el mismo nos ha señalado y que han quedado olvidados. Yo, al menos, no he visto ningún comentario. Me refiero a las palabras preciosas dirigidas a
Es en la política donde debemos armar lío los católicos. Es una forma eminente de caridad. Cuando la caridad la reducimos a dar una limosna, dar alimento en un comedor, estamos realizando una obra buena y digna. ¿Suficiente?
A los católicos nos falta levantar el vuelo para otras formas de caridad, tan importantes como esas y de mayor trascendencia social. Las obras que socorren las necesidades inmediatas del prójimo son necesarias. No son las únicas. La proyección social de nuestra fe debe ir más lejos. Bien con realizaciones que tengan influencia en la comunidad, bien directamente en la realidad política. Si es una forma tan eminente de caridad, como nos ha dicho el papa Francisco, ¿cómo es posible que tengamos, en general, un criterio tan ruin de la política?
Siempre tenemos la excusa de que los políticos son corruptos. Ahí te quiero ver. Tu presencia debe mejorar lo presente.
Pocos educadores cristianos han percibido este eminente modo de caridad. Y, mientras esto no suceda, nuestra influencia real en la sociedad será muy limitada. Las leyes se formulan en los Parlamentos. Si allí no estamos presentes, será imposible que el sentido cristiano las impregne todo lo posible. Porque la política es el arte de lo posible.
Este es uno de los líos que nos esperan. Muchos de los que aplauden al papa Francisco ni han caído en la cuenta de este lío que el mismo nos ha mostrado. Como siempre la lamentación es lo fácil. Nosotros somos demasiado puros para contaminarnos con esa basura. El lío viene cuando intentas introducirte en la realidad política que es una de las formas más altas de la caridad