Un Dios Prohibido
Nos encontramos ante una película serena, dentro de lo que fue la tragedia.
Barbastro fue la diócesis mártir de España. Murió más del 90% del Clero Diocesano con su Obispo a la cabeza. Brutalmente asesinado por los milicianos.
Los 51 Mártires Claretianos son los protagonistas de la película: UN DIOS PROHIBIDO. Por las circunstancias que rodearon las últimas semanas de su vida, porque podemos tener testimonios directos de su comportamiento ante el martirio, por su juventud, son un ejemplo luminoso de fortaleza en la fe. El museo Claretiano de los Mártires en Barbastro es un centro de peregrinaciones que anima al perdón y a seguir Jesucristo de verdad. Puede completarse con la visita a
La repercusión que el martirio estos Hermanos Claretianos tuvo en muchas generaciones de Claretianos fu extraordinaria. Soy testigo agraciado. Estoy agradecido al Señor por ello.
El 12 de agosto en el envoltorio de una tableta de chocolate dejaron su firma y una frase sencilla que denotaba su estado de alma. Luego Faustino Pérez escribió
“Querida Congregación: Anteayer, día 11, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, seis de nuestros hermanos; hoy, 13, han alcanzado la palma de la victoria 20, y mañana, catorce, esperamos morir los 21 restantes.¡Gloria a Dios! ¡Y que nobles y heroicos se están portando tus hijos, Congregación querida! Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido instituto. Cuando llega el momento de designar a las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oír el nombre para adelantar y ponernos en las filas de los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que los ataban, a otros dirigir palabras de perdón a la tuba armada: cuando van en el camión hacia el cementerio, les oímos gritar ¡Viva Cristo rey! Responde el Populacho rabioso: “¡Muera! ¡Muera!”, pero nada los intimida. ¡Son tus hijos, Congregación querida, estos que pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van hacia el cementerio “¡Viva Cristo Rey!” Mañana iremos los restantes y ya tenemos la consigna de aclamar, aunque suenen los disparos, al Corazón de María, a Cristo rey, a
Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule tu desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, Mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolores y angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo. Los Mártires de mañana, catorce recuerdan que mueren en vísperas de
“Los Mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y más indigno, Faustino Pérez, C.M.F.
¡Viva Cristo rey! ¡Viva el Corazón de María! ¡Viva la congregación! Adiós querido instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós, adiós!