Un buen amigo, Alejandro Campoy, me ha enviado estas líneas sobre el aniversario de la primera peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Para la diócesis de Toledo, que es la mía, ha sido fuente de múltiples bendiciones las peregrinaciones a Guadalupe que cada año movilizaban a cientos de jóvenes. Nuestra Señora de Guadalupe, tan querida para nosotros, ha derramado abundantes gracias entre todos. Alejandro ha sido testigo de ello; mientras que otros como yo en los años ochenta estábamos muy lejos de la Iglesia, otros como él ponían su vida a los pies de la Virgen. Que Nuestra Señora bendiga a los que en este fin de semana vuelven a visitarla en Guadalupe. Sólo ella nos puede enseñar lo que es vivir en comunión con Cristo:
“Hoy hace 25 años de la celebración de la Primera Peregrinación de Jóvenes al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, iniciativa conjunta del Cardenal de Toledo Don Marcelo González Martín, y el entonces joven obispo auxiliar de Madrid Don Javier Martínez, hoy Arzobispo de Granada.
Lanzada la idea desde la Pastoral Universitaria de Madrid, Don Marcelo la hizo suya inmediatamente, y ya en aquel año 1987 tuvo lugar aquella entrañable Primera Peregrinación, coordinada por el Delegado de Pastoral Universitaria de Madrid, Don José Miguel García Pérez y el Delegado de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Toledo, Don Antonio Cano de Santayana.
Aquella Primera Peregrinación pretendió iniciar un camino que culminara en 1992 con la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América en 1992, y tuvo su continuidad en años sucesivos, alternando con las peregrinaciones convocadas por el Papa Juan Pablo II con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Este primer impulso recogía la iniciativa del Papa Juan Pablo II al instituir las Jornadas Mundiales de la Juventud, cuya primera celebración fue en Roma el Domingo de Ramos de 1986. Así, la Primera Peregrinación a Guadalupe se realizó simultáneamente con la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Buenos Aires en 1987.
En octubre de 1988 tuvo lugar la Segunda Peregrinación de Jóvenes a Guadalupe, mientras que en 1989 la peregrinación se realizó a Santiago de Compostela con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de aquel año.
En 1990 fue la Tercera Peregrinación a Guadalupe, y en 1991 la nueva jornada mundial de la juventud, que se desarrolló en Czestochowa, Polonia, donde también acudieron los jóvenes españoles a peregrinar junto a la juventud polaca y de los más diversos rincones del planeta.
A la vuelta de Czestochowa, aún se organizó en la diócesis de Toledo la Cuarta Peregrinación de Jóvenes a Guadalupe ese mismo año 1991, con la intención de hacer llegar el mensaje del Papa Juan Pablo a todos aquellos que no habían podido desplazarse a Polonia.
Y así se llegó al año 1992, en el que tuvo lugar la Peregrinación del Centenario, que desbordó por completo todas las previsiones y supuso la consolidación de un espíritu que se había venido forjando durante los cinco años anteriores, lo que provocó que la experiencia vivida se mantuviera y continuara hasta hoy, año en el que se celebra el 25 aniversario de aquella primera peregrinación.
De este modo, las Peregrinaciones de Jóvenes a Guadalupe siguieron alternándose con las Jornadas Mundiales de la Juventud y los Años Santos Compostelanos, teniendo lugar las peregrinaciones a Santiago de Compostela de 1993 coincidiendo con la Jornada Mundial de Denver, Guadalupe 1994, Guadalupe 1995, coincidiendo con la Jornada Mundial de Manila y la Jornada Mundial de Paris en 1997.
Con esta jornada parisina se inició el camino de tres años propuesto por Juan Pablo II en su carta Apostólica Tertio Millenio Adveniente, para la preparación del Gran Jubileo en Roma en el año 2000, que tuvo su recorrido en las peregrinaciones de Guadalupe de 1998 y Santiago de Compostela en 1999.
Tras el Gran Jubileo del año 2000 en Roma, ese mismo año se volvió a llevar a cabo una Peregrinación de Jóvenes a Guadalupe, seguida de las de los años 2001 y 2002, en que coincidieron también con una nueva Jornada Mundial, ésta vez en Toronto. 2003 recibió de nuevo la visita del Papa Juan Pablo II a España, que ya sería la última.
Esta última visita abrió un pequeño periodo de tres años en el que las peregrinaciones a Guadalupe dejaron de celebrarse. Pero a partir de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Colonia en 2005, donde ya no estuvo Juan Pablo II sino Benedicto XVI estrenando su pontificado, las peregrinaciones de jóvenes a Guadalupe se reactivaron, realizándose las de 2006 y 2007, está última conmemorativa del 20 aniversario de aquella primera.
Desde entonces ya se han venido celebrando puntualmente cada año, aún coincidiendo con las Jornadas Mundiales de la Juventud en Sidney en 2008 y en Madrid en 2011, hasta llegar a la presente edición, en la que los jóvenes peregrinos son en gran medida los hijos de aquellos otros jóvenes que peregrinaron por primera vez en 1987, de entre los cuales hoy en día no sólo hay padres católicos de familia, sino también nuevos sacerdotes, obispos, monjes abades, monjas consagradas y un sinfín de nuevas realidades eclesiales.”
Un saludo.