Montserrat en boca de todos
Por favor, respeten nuestros símbolos. No los utilicen a conveniencia del político o del eclesiástico de turno. No utilicen a la virgen, como si fuera funcionaria de la Generalitat.
por Oriolt
El todavía consejero de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, tras declararse agnóstico (faltaría más) le pide a la Virgen de Montserrat que le arregle el problema de la sequía. El recientemente fallecido Abad emérito Dom Cassià María Just, como sea que había sido condecorado con la Creu de Sant Jordi, goza del privilegio de una esquela pagada por el gobierno de la Generalitat. Sin embargo, en la esquela no aparece cruz alguna, al ser obligado como signo de laicismo. Eso que le han galardonado con una cruz. La de Sant Jordi. Mayor incongruencia no puede haber. ¿Algún despropósito más? Como no. El actual Abad de Montserrat, que halla tremendo placer en verse en los medios, alardea de que ha efectuado gestiones en Roma para que cierren la COPE. El mismo Abad se pelea con todo un Cardenal (nuestro bien amado Prelado) por ver quien preside el funeral del Abad que no tiene derecho a cruz en su esquela. Dos gallos en un mismo corral. Francamente hay que decir que detengan el tren que me bajo enseguida. No se pueden tolerar más estupideces. Vale que nuestra capacidad de asombro ante el ridículo de nuestros políticos ( e incluso de nuestros eclesiásticos) esté ya muy colmada, pero que dejen en paz a Montserrat y, especialmente, a la Moreneta. La Virgen de Montserrat no sólo es la patrona de Cataluña, sino que su santuario es un centro de peregrinaje mundial. A él suben miles de fieles de todas las tendencias. En el canto de la Salve y el Virolai de la una del mediodía se les suele saludar con esta frase: “Hoy que habéis llegado aquí fieles de distintas razas, lenguas, nacionalidades, incluso creencias” Es costumbre de todos los católicos catalanes subir una vez año a la montaña, incluso muchísimos de ellos la han subido a pie, desde los más recónditos lugares. Por favor, respeten nuestros símbolos. No los utilicen a conveniencia del político o del eclesiástico de turno. No utilicen a la virgen, como si fuera funcionaria de la Generalitat, ni intenten prestigiar a un Abad, quitándole su más preclaro símbolo: la cruz, que incluso llevaba como pectoral. Ya sabemos que con la Virgen no podrán, que la seguiremos visitando decenas de miles de peregrinos. De todas las tendencias. No se aprovechen de ellos. Ni Cardenales, ni Obispos, ni Abades, ni consejeros de la Generalitat. Queremos seguirle cantando: Dels catalans sempre sereu Princesa, dels espanyols Estrella d’Orient, sigueu pels bons pilar de fortalesa, pels pecadors el port de salvament. Oriolt.
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