Saber vivir, saber morir
No comprendo muy bien la razón, pero hoy he abierto un correo electrónico de esos que "huelen" a cadena interminable de "pásalo si no quieres sufrir 7 años de mala suerte".
Como buen mensaje de estas características, el título era muy sugerente: Nunca es tarde para ser feliz. Y como estoy profundamente de acuerdo con esta premisa, decidí abrirlo.
Me encontré con la historia de Katie Kirkpatrick y Nick. Katie estaba padeciendo un cáncer terminal, pero decidieron casarse, pese a todo. Murió cinco días después de contraer matrimonio.
Las imágenes de esta historia son suficientemente poderosas como para que yo ya cierre la boca. Aquí os lo dejo.
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