El País, Nigeria y María Medeiros
por Paco Sanz
He estado unos cuantos días fuera de combate y cuando llegas te encuentras con la sensación de que este no es exactamente el país (y no me refiero a mi querido periódico) que dejé.
De la larguísima lista de noticias chuscas y aburridas sobre la religión que ha vomitado El País (y ahora sí me refiero al diario) sólo voy a hablar de dos, aunque han intentado con todas sus fuerzas mezclar al hermano del papa con los abusos hace 50 años a niños en el coro de la catedral de Ratisbona (por cierto este tema de los abusos con niños ya clama al cielo. Aunque nos quedásemos cuatro, los culpables a la carcel y que Dios se apiade de ellos) y decir ayer mismo, en la portada, que los provida pierden fuelle.
En Nigeria, donde el norte es musulmán y el sur cristiano, según la agencia Reuters, que no es precisamente L´Osservatore romano, dice que bandas de la tribu fulani de musulmanes atacaron con machetes a agricultores cristianos y según el médico Peter Jang, testigo presencial, dichas bandas asustaban a las gentes “para que salieran de sus casa y poder machetearlos” con el resultado de cientos de cadáveres que se amontonan en las calles, en su mayoría, mujeres y niños. Algo muy parecido ya sucedió en Enero con similares resultados.
El País cita bien a la agencia Reuters, pero titula: La violencia sectaria causa 100 muertos en Nigeria. Es como si a un suceso en el que un marido borracho llega a casa y se carga a su mujer y sus 5 hijos con una navaja de Albacete lo titularan: La industria manchega causa 6 muertes durante este fin de semana.
Y la otra noticia es una entrevista a María Medeiros; actriz y cantante.
“Peco lo más posible” es el titular de la entrevista de Karmentxu (¡qué nombre!) Martín, que piensa más en sexo que los monos del Retiro (lo siento, es un dicho de mis tiempos).La novia de Bruce Willis en Pulp Fiction, María, está muy mal. Dice que Zapatero es sexy, también dice que le gusta pecar con el espíritu y también “estoy condenada a la virtud”, “es tremendo. Pero el sexo sí que puedo, porque para mí es virtud” ¿En qué quedamos, pecado o virtud? Y termina: “dentro de las virtudes, sexo, si: lo máximo. Incluyo el sexo dentro de las virtudes”. Esta ni sabe lo que es la virtud y me temo mucho que, a juzgar por lo que dice, tampoco el sexo.