Cabalgata de Reyes y Derecho a Vivir
por Alejandro Campoy
No voy a ocultar que estoy disfrutando como un pepe al ver a toda la progresía rabiando como locos ante la presencia de la carroza de Derecho a Vivir en la cabalgata de Reyes del distrito de Chamartín. El pseudodiario Público decida al evento un titular tras otro estos días, y a las protestas del PSOE madrileño se suman ahora las de la COGAM, asociación de gays cuyas siglas no tengo ganas de desplegar ahora.
Lo que ya me irrita un poco más es la sempiterna reiteración de los mismos antiargumentos en los foros del pseudodiario como pretendido soporte a la crítica, y una vez más, armado de infinita paciencia, me dispongo a dar réplica a cada uno de ellos por ver si de rebote se ilumina la mente siquiera sea de uno, uno sólo de los que allí arrojan letras.
1.- "Son insensibles hacia la pobreza y ni se fijan en los millones de seres que mueren cada año por falta de alimentos y de asistencia sanitaria"
A ver, hijo, ¿tú has salido de tu pueblo alguna vez? ¿Has visto algo de mundo que no sean los circuitos de las agencias de viajes? ¿Sabes quién se ocupa en todos los lugares del mundo de las tareas asistenciales que no quiere realizar nadie más, ni a nivel internacional ni a nivel público por parte de los Estados?. Pues sí, hijo, es la Iglesia Católica. ¿Te cuesta tanto informarte y pensar por tí mismo antes de proferir majaderías?
2.- "La Iglesia no gasta ni un solo euro en remediar las miserias de la humanidad. Mas bien todo lo contrario, no paran de expoliar allá donde pueden"
Y a Caperucita se la comió el lobo feroz, niño. Pero no te preocupes, si bien me cuesta elegir entre tantísimos destinos diferentes y potenciales, a tí te voy a pagar un viaje a Calcuta, siempre y cuando no te vayas de turismo. Debes ir a la dirección que yo te indicaré y permanecer allí un añito entero. Y luego vienes y me lo cuentas, nene.
3.- ¿Derecho a la vida? ¿Y quién se preocupa de la vida de miseria que pueda tener después la niña o la madre? Está muy bien decir no, pero nadie se preocupa del después.
Por supuesto que no, guapo. No se preocupan del después ni los poderes públicos, ni los partidos políticos, ni los sindicatos, ni los medios de comunicación, ni por supuesto nada que tenga que ver con el sano y equilibrado estado laico y aconfesional que predicáis. Sólo lo hacen en Red Madre, algunas monjitas, ciertas parroquias y mira por donde, diversas entidades relacionadas todas ellas con la Iglesia Católica.
Pero la realidad es irritante, ¿verdad guapines?, sobre todo cuando tira por tierra una endeble cosmovisión montada deprisa y corriendo a partir de cuatro topicazos mal ensamblados y por completo ajenos a los hechos. Bueno, pues disfrutad de la vida, pero atended a una simple cosita: la realidad siempre se impone, y los hechos terminan pasando por encima de cualquier ficción construída a sus espaldas, por muy bucólica que sea. En última instancia, sólo es vuestro problema. Saludos.
Lo que ya me irrita un poco más es la sempiterna reiteración de los mismos antiargumentos en los foros del pseudodiario como pretendido soporte a la crítica, y una vez más, armado de infinita paciencia, me dispongo a dar réplica a cada uno de ellos por ver si de rebote se ilumina la mente siquiera sea de uno, uno sólo de los que allí arrojan letras.
1.- "Son insensibles hacia la pobreza y ni se fijan en los millones de seres que mueren cada año por falta de alimentos y de asistencia sanitaria"
A ver, hijo, ¿tú has salido de tu pueblo alguna vez? ¿Has visto algo de mundo que no sean los circuitos de las agencias de viajes? ¿Sabes quién se ocupa en todos los lugares del mundo de las tareas asistenciales que no quiere realizar nadie más, ni a nivel internacional ni a nivel público por parte de los Estados?. Pues sí, hijo, es la Iglesia Católica. ¿Te cuesta tanto informarte y pensar por tí mismo antes de proferir majaderías?
2.- "La Iglesia no gasta ni un solo euro en remediar las miserias de la humanidad. Mas bien todo lo contrario, no paran de expoliar allá donde pueden"
Y a Caperucita se la comió el lobo feroz, niño. Pero no te preocupes, si bien me cuesta elegir entre tantísimos destinos diferentes y potenciales, a tí te voy a pagar un viaje a Calcuta, siempre y cuando no te vayas de turismo. Debes ir a la dirección que yo te indicaré y permanecer allí un añito entero. Y luego vienes y me lo cuentas, nene.
3.- ¿Derecho a la vida? ¿Y quién se preocupa de la vida de miseria que pueda tener después la niña o la madre? Está muy bien decir no, pero nadie se preocupa del después.
Por supuesto que no, guapo. No se preocupan del después ni los poderes públicos, ni los partidos políticos, ni los sindicatos, ni los medios de comunicación, ni por supuesto nada que tenga que ver con el sano y equilibrado estado laico y aconfesional que predicáis. Sólo lo hacen en Red Madre, algunas monjitas, ciertas parroquias y mira por donde, diversas entidades relacionadas todas ellas con la Iglesia Católica.
Pero la realidad es irritante, ¿verdad guapines?, sobre todo cuando tira por tierra una endeble cosmovisión montada deprisa y corriendo a partir de cuatro topicazos mal ensamblados y por completo ajenos a los hechos. Bueno, pues disfrutad de la vida, pero atended a una simple cosita: la realidad siempre se impone, y los hechos terminan pasando por encima de cualquier ficción construída a sus espaldas, por muy bucólica que sea. En última instancia, sólo es vuestro problema. Saludos.
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