Centenario de Fátima (15)
CONCRETAR EL MENSAJE
Todos estamos inclinados a las teorías. No es el estilo de la vivencia de la fe. También en el mensaje de Fátima podíamos correr ese peligro. Si solo provoca en nosotros una admiración, será poco valioso. Si nos lleva a la conversión habrá adquirido profundidad.
En la tercera aparición la Virgen les había dicho a los pastorcitos que vendría a pedir la Comunión Reparadora de los Primeros Sábados. Y la Virgen vino con el Niño Jesús. Fue el 10 de diciembre de 1925.
Lucía nos dice: <<Mira, hija, mi Corazón rodeado de espinas, con las cuales los hombres ingratos lo hieren a cada momento con sus blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y anuncia de mi parte que yo prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para la salvación a todos los que el Primer Sábado, de cinco meses consecutivos confiesen, reciban la comunión, recen la tercera parte del Rosario y me hagan compañía durante quince minutos meditando los misterios del Rosario con el fin de ofrecerme reparación>>>
Tanto los Primeros Viernes como los primeros sábados han contribuido muchísimo al acercamiento del pueblo de dios a la Eucaristía. Para algunos eran devociones de niños. La madurez pedía otras cosas. Creamos un vacío que no supimos llenar. El pueblo se alejó de los sacramentos.
El Centenario de Fátima puede ser una ocasión propicia para recuperar los Primeros Viernes y los Primeros Sábados. Sin la comunión y Confesión frecuente no se puede vivir en cristiano. Si nuestro pueblo se aleja de ellos volverá a la paganía. No es la mera recepción, pero esta daría ocasión para avivar la fe en los mismos.
Las condiciones señaladas por la Virgen son las siguientes:
Confesión.
Comunión.
Rezo de la tercera parta del rosario.
Meditación de los misterios durante quince minutos.
Intención de desagraviar al Señor y al corazón de María.
Realizar estas prácticas durante cinco Primeros Sábados.
La meditación de los misterios se puede realizar mientras se reza el Rosario, y la confesión se realiza dentro la semana, como es norma en la Iglesia.
No debe faltar la oración por el Papa. El Papa es uno de los protagonistas del mensaje. Quizás por primera vez en la historia.
Nosotros ahora tenemos la palabra.