El País, los curas caados y las mujeres curas

Hola amigos, como no puedo decir que Juan G. Bedoya es un gilipo… y un maldito resentido, porque sería insultarle y yo no quiero eso, pues diré que es una de las personas más mentirosas, taimadas y diabólicas que pululan por el mundillo de la prensa española.

En el domingo, día del Señor, su día favorito para soltar bilis, El País insulta a la inteligencia de sus lectores (que no es mucha viendo lo que leen)con un reportaje de la sección Vida & Artes titulado ¿ Solución? Curas mujeres o casados.” ¡Huy, qué original!”, ha dicho mi amigo Quique, que es cura.

Es uno de los habituales artículos de este menda en los que llama a Jesucristo “El fundador” al cardenal Rouco “el líder” y pone en duda los evangelios, el lignun crucis y cualquier cosa. Comienza en la entradilla “Antes era pecado no ir a misa los domingos; ahora son los obispos los que no la ofrecen”. ¿Comooorr? Pensé que me estaba afectando la hipoxia por estar en el avión, pero no, ponía eso exactamente. El numero de idioteces es indeterminado (muchas en cualquier caso) pero no me quiero extender, voy a comentar sólo un par de ellas.” La horfandad (que lo siento Bedoya, pero se escribe sin h) de las parroquias sin sacerdote -de los rebaños sin pastor- suscita el debate más enconado en el seno del cristianismo romano desde la noche de los tiempos: el celibato opcional y los curas casados”. Yo no sé a que jugamos en mi comunidad en el movimiento al que pertenezco, ni en mi parroquia, ni con mis amigos cristianos, pero no veo ese “debate más enconado desde la noche de los tiempos” por ninguna parte, pero es que dice además “Muchas parroquias están atendidas por sacerdotes llegados de otros países, sobre todo del Este europeo… En su mayoría son casados y vienen con sus esposas e hijos. Si fueran españoles no podrían ejercer” Si no fuera porque estoy seguro de que lo sabe de sobra, le llamaría ignorante, como atenuante, pero sé que sabe que esos sacerdotes, como hay otros seminaristas en el seminario de Madrid, son del rito católico oriental que estudian en la facultad de San Dámaso y son casados que se ordenan. Los que se ordenan célibes en ese rito tampoco se pueden casar (que es lo que han hecho los españoles que saca en su artículo) y los obispos de ese rito son elegidos entre presbíteros célibes. Un casado nunca es obispo. Esto lo sabe de sobra este desgarramantas de Bedoya, pero cuanto más confusión a los ya de por si confundidos lectores de El País, mejor. No obstante, San Pedro estaba casado y no estamos hablando de ningún dogma, lo que sí está cerrado es el debate sobre las mujeres curas. Lo cerró Jesucristo (el fundador, para Bedoya) y lo confirmó para la Iglesia Juan Pablo II. Dice esta “lumbrera” de El País “la Iglesia romana no podrá espantar la acusación de negar derechos fundamentales a más de la mitad de sus fieles.”.¿Espantar? ¿Negar derechos fundamentales? Me acabo de enterar de que el sacerdocio ordenado (porque en realidad a todos los católicos, por el bautismo nos hacen “Sacerdote, profeta y rey”) es un Derecho fundamental, nada menos. Como si fueran unas oposiciones.

Lo que ya me inquieta es la necedad del amigo (como dicen los cuáqueros) Bedoya al decir:

 “El Santo Oficio de la Inquisición condenó hace 50 años la experiencia de estos curas obreros”. ¡La Inquisición nada menos! Pero, ¿no sabe Bedoya que la Inquisición fue abolida en 1821?, ya, pero mola eso de nombrar la Inquisición, ¡da un canguelo!

La “iglesia romana” por aquí, la “iglesia romana” por allá, los “cristianos romanos… “¿a qué se refiere este tío? ¿Se refiere a la Iglesia católica de rito latino? ¡Pues dígalo bien coñ…!¡No desoriente más a sus borregos! Hay dentro de la Iglesia católica otros ritos, el ambrosiano, el oriental… Él lo sabe, pero su misión es destruir, desinformar, confundir.