Lorenzo
por Alejandro Campoy
Ayer me encontré a Lorenzo por la calle. Está terriblemente gordo, lo cual me sorprendió bastante. Con su habitual locuacidad, se abalanzó sobre mí con una amplia sonrisa que dejaba entrever el único diente que le queda...
-¡Hombre, pero cuanto tiempo sin verte!
Lo cierto es que hacía mucho tiempo, lo suficiente como para hacerme dudar si estaría todavía vivo. Encontrarle ha sido una gran alegría. Rápidamente, Lorenzo comenzó a hablar sin parar, de esa forma tan peculiar suya, que hace que a la media hora tengas ya un dolor de cabeza insoportable. Pasa de un tema a otro ininterrumpidamente, y no hace ni una sola pausa.
Para poder decir algo, hay que cortarle e interrumpirle a veces con brusquedad. Es de los primeros seropositivos por VIH de España. Seguramente ya se había contagiado cuando el SIDA se conoció por primera vez en 1981, pues por entonces ya llevaba un tiempo inyectándose heroína. Sin que la risa le abandonara en ningún momento, sacó su cartilla de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) y me la enseñó con orgullo:
-¡Mira, ahora soy el número uno, jajaja!. ¡Los diez que estaban antes que yo ya se han muerto, jajaja!
Enseguida pasó a otra cosa:
-¿Has visto a Paco últimamente?
Respondo que no, que todavía no he tenido oportunidad. Pero él ya estaba contándome más cosas antes de dejarme contestar...
-¡Pues el otro día le ví por Cáceres, y le pegué un grito que todos se dieron la vuelta para mirarme! ¡Pacooooo!... ¿y sabes lo que hizo? ¡se puso colorado como un tomate, eso que siempre le pasa, jajaja!
Y continuó con sus recuerdos:
-Paco es el mejor hombre que he conocido, cuando nadie nos hacía ni caso, cuando ya estábamos muertos, Paco se dejó la piel por nosotros. Ahora hablan todos mucho, y se ponen lacitos y hay muchas campañas institucionales, pero de todo eso nada de nada, ¡te lo digo yo!. Las únicas personas que realmente merecen la pena que he conocido han sido Paco y todos esos amigos suyos, ese Antonio, el que llevó a Pedrito a Basida en Aranjuez, y ese Iñaki, que estaba con el Proyecto Hombre, y el Gerardo, y...
Pienso que la historia de Lorenzo daría para escribir un libro. No puedo evitar irritarme levemente. Veo a todos los "responsables institucionales" llenarse la boca con mil palabrerías y a todo el mundo ponerse lacitos, pero casi no conozco a nadie que haya compartido lecho y comida con todos estos viejos yonquis "sidosos". Paco, Iñaki.. y muchos otros que no enumero por evitar omisiones.
Paco es D. Francisco Cerro Chaves. Iñaki es D. Jose Ignacio Munilla. Ya está.
-¡Hombre, pero cuanto tiempo sin verte!
Lo cierto es que hacía mucho tiempo, lo suficiente como para hacerme dudar si estaría todavía vivo. Encontrarle ha sido una gran alegría. Rápidamente, Lorenzo comenzó a hablar sin parar, de esa forma tan peculiar suya, que hace que a la media hora tengas ya un dolor de cabeza insoportable. Pasa de un tema a otro ininterrumpidamente, y no hace ni una sola pausa.
Para poder decir algo, hay que cortarle e interrumpirle a veces con brusquedad. Es de los primeros seropositivos por VIH de España. Seguramente ya se había contagiado cuando el SIDA se conoció por primera vez en 1981, pues por entonces ya llevaba un tiempo inyectándose heroína. Sin que la risa le abandonara en ningún momento, sacó su cartilla de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) y me la enseñó con orgullo:
-¡Mira, ahora soy el número uno, jajaja!. ¡Los diez que estaban antes que yo ya se han muerto, jajaja!
Enseguida pasó a otra cosa:
-¿Has visto a Paco últimamente?
Respondo que no, que todavía no he tenido oportunidad. Pero él ya estaba contándome más cosas antes de dejarme contestar...
-¡Pues el otro día le ví por Cáceres, y le pegué un grito que todos se dieron la vuelta para mirarme! ¡Pacooooo!... ¿y sabes lo que hizo? ¡se puso colorado como un tomate, eso que siempre le pasa, jajaja!
Y continuó con sus recuerdos:
-Paco es el mejor hombre que he conocido, cuando nadie nos hacía ni caso, cuando ya estábamos muertos, Paco se dejó la piel por nosotros. Ahora hablan todos mucho, y se ponen lacitos y hay muchas campañas institucionales, pero de todo eso nada de nada, ¡te lo digo yo!. Las únicas personas que realmente merecen la pena que he conocido han sido Paco y todos esos amigos suyos, ese Antonio, el que llevó a Pedrito a Basida en Aranjuez, y ese Iñaki, que estaba con el Proyecto Hombre, y el Gerardo, y...
Pienso que la historia de Lorenzo daría para escribir un libro. No puedo evitar irritarme levemente. Veo a todos los "responsables institucionales" llenarse la boca con mil palabrerías y a todo el mundo ponerse lacitos, pero casi no conozco a nadie que haya compartido lecho y comida con todos estos viejos yonquis "sidosos". Paco, Iñaki.. y muchos otros que no enumero por evitar omisiones.
Paco es D. Francisco Cerro Chaves. Iñaki es D. Jose Ignacio Munilla. Ya está.
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