La maravilla poco conocida de Etiopía
Lalibela: iglesias talladas en la roca (I)
por Arte y Fe
Lalibela es una localización etíope que guarda una de las más impresionantes construcciones de la cristiandad. Quizá un poco olvidada por encontrarse en el continente africano, sin embargo merece la pena dedicarle un tiempo a conocerla, disfrutarla y estudiar sus formas sencillas pero plagadas de simbolismo. Es uno de los mayores lugares de peregrinación en África y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.
El artífice: Gebre Mesquel Lalibela.
Lalibela fue un rey etíope del siglo XIII cuyo nombre significa “las abejas reconocen su supremacía”. Su madre le puso este nombre como señal profética de su futuro reinado pues, nada más nacer, un enjambre de abejas le rodearon para protegerlo. Con este precedente es comprensible que su hermanastro Kedus Harbe, quien reinaba en Etiopía en aquel momento, no viese con buenos ojos a Lalibela.
Sin embargo, el joven Lalibela no estaba interesado en usurpar ningún reino. Su mayor deseo era abandonar el mundo retirándose como ermitaño a una zona montañosa de la parte septentrional de Etiopia. Allí fué dónde conoció a su futura esposa, Mesquel Kibra “Gloria de la Cruz”.
Después de contraer matrimonio deciden realizar juntos una peregrinación a Tierra Santa, en un momento de máxima beligerancia entre los cruzados católicos romanos y los sarracenos musulmanes.
A su regreso de Tierra Santa se encontró con que la mayor parte de la nobleza etíope había retirado el apoyo a su hermanastro y le solicitaban que asumiera el trono para mantener la estabilidad. Así, sin él quererlo, se cumplió la profecía que tanto temía su hermanastro y Lalibela fue entronizado como rey de los etíopes.
Como monarca eligió el nombre de Gebre Mesquel que significa Siervo de la Cruz. Tuvo un largo reinado el cual destacó por una gran generosidad hacía su pueblo y por abrazar una vida de austeridad y pobreza.
Es comprensible que Gebre Mesquel Lalibela sea un personaje de enorme importancia en la historia de Etiopía, del que se conservan recuerdos reales trenzados con leyendas que han ido surgiendo en torno a su carismática presencia. Por ejemplo, cuando en el año 1187 Jerusalén cayó en manos del sultán sarraceno Saladino, la cristiandad en cierto modo quedó huérfana al perder el acceso a sus raíces.
Reza la leyenda que, por aquel entonces, Gebre Mesquel Lalibela tuvo una revelación divina en la cual se le encomendaba la misión de construir una nueva Jerusalén a la que debería convertir en la capital de su reino.
Así comenzó la creación de los once templos de Lalibela y explica por qué parecen conformar una Jerusalén simbólica, que recorre los hechos más importantes de la Fe sucedidos en Tierra Santa. Por este motivo nos encontramos en Lalibela con zonas llamadas: La Casa de Belén, la Casa pretorial de Pilatos, la tumba de Adán, el huerto de Getsemaní , etc.
Este enorme proyecto fue realizado en la entonces capital del reino etíope, Roha, que posteriormente cambió su nombre por Lalibela en honor a este sorprendente rey.
Tras su muerte, Lalibela fue enterrado en una de las iglesias que construyó, dónde permanece todavía en la actualidad. Se conserva como reliquia su mano en forma de cruz, ya que la Iglesia ortodoxa etíope le tiene reconocido como santo.