El País, Almodóvar y la cruz como icono pop
por Paco Sanz
Mi amigo Quique que es cura párroco de un pueblo de la sierra de Madrid suele decir que derriba más al cristianismo la asimilación que las piedras. Nunca se has derruido los muros de la Iglesia a pedradas ni a bombazos ni quemándolas ni haciendo mártires, pero sí con sucedáneos, iglesias paralelas como la de China, curas “firmantes” como nos cuenta el santo de Ars y demás parece-pero-no-es.
El gran sociólogo e historiador Pedro Almodóvar va y suelta en Roma que “la cruz pertenece a la iconografía pop, como el corazón o la estrella. Para mí es un símbolo exento de referencias religiosas” “…en España la escuela es multiétnica y multirreligiosa y hemos tenido ése problema. Si se pone la cruz, habría que poner todos los demás símbolos religiosos, así que mejor no poner ninguno” . Esto es la progresía; mentiras (entre los ciudadanos españoles jamás ha habido un debate real sobre los crucifijos) y moralina cutre que nos dice qué es lo mejor y lo que mola. Particularmente preferiría que la prohibieran y me metieran en la cárcel por llevarla antes que asimilarla como un icono pop y que nos inundaran de cuadros de Warhol, como dice Almodóvar.
En una cena con escritores e intelectuales, entre los que se encontraba la escritora Mary Flannery O´connor, uno de ellos, sabiendo que Flannery era católica y como para hacerle una gracia dijo. “La eucaristía es un símbolo con mucha fuerza”, a lo que ella contestó, “si fuera sólo un símbolo no me interesaría en absoluto”. Juan Manuel de Prada en un magnífico artículo del día 9 en ABC titulado Afrentosos crucifijos dice sobre la caída del muro de Berlín que “Las tiranías clásicas, ataviadas con los ropajes hoscos de la represión, al ejercer sobre las conciencias una violencia coactiva, aún permitían a sus oprimidos cierto grado de resistencia: pues todo expolio de lo que es constitutivamente humano genera en quien lo padece una reacción instintiva de defensa. La nueva tiranía no actúa reprimiendo la conciencia moral, sino desembridándola...”
Cuando Almodóvar ganó el Oscar y se lo agradeció a san Judas Tadeo, a la Virgen de su pueblo y así a un elenco de santos, ¿a qué se refería? ¿A santos y vírgenes exentas de referencias religiosas? ¿Era pura superstición de paleto manchego o una ridícula burla?
Si la cruz molesta, a una exigua minoría, esa es la realidad, no es por otra cosa que por recordarles hasta qué punto este occidente se suicida y claudica de su Redentor y su sentido, y no por solidaridad con creyentes de otras religiones o ateos. Y por odio, claro.