El País y su particular neurosis.

El País está rabioso. Ha sido hablar de un acercamiento de anglicanos a la iglesia católica y ponerse malitos. Hoy, día del Señor, lo celebra con dos artículos, una editorial  pretendidamente “centrista” como dice su anónimo autor, y el otro, el de Vicent, no son más que unos cuantos chascarrillos de bar después de dos cañas, dos riojas y dos “carajillos”.

Pone a la iglesia católica de la época de Enrique VIII (se va un poco lejos el anónimo o la anónima, que no se sabe), como alguien que se alegra de la muerte de Tomás Moro para llevar a cabo la ruptura y atemorizar con la Inquisición, dice acerca de la muerte de Moro:” Erasmo se sintió impresionado. Roma suspiró. Cuanto peor, mejor.” Pero antes de pensar con la entrepierna Enrique VIII estuvo, como se dice ahora, muy implicado con su iglesia, la del “catolicismo papal” como la llama El País. El interés de Enrique VIII en los asuntos religiosos europeos se extendió hasta el ataque contra la revolución alemana de Lutero. En 1521 le dedicó su "Defensa de los siete sacramentos", que le valió el título de "Defensor de la Fe". Y más recientemente, en el Concilio Vaticano I, Henry Edward Manning, converso del anglicanismo y antiguo amigo del cardenal Newman, fue uno de los mayores adalides de la infalibilidad del papa. El resto del artículo es lo de siempre. Los católicos son malos y sangrientos, el resto^[ son majetes sometidos por aquellos. Deberían dejar de consultar la misma enciclopedia que Amenábar.

El otro artículo, el de Vicent, se comenta sólo, pero como ya estoy aquí y como sigo viendo incautos con EL País bajo el brazo en misa (a esta gente le da reparo entrar con una barra de pan en la iglesia y no le molesta llevar la lepra en el sobaco) pues diré citando al “teólogo” Vicent:

1“En el protestantismo la relación del creyente con Dios se desarrolla de forma íntima y personal; por el contrario, en el catolicismo ese contacto se establece siempre a través de un intermediario ineludible, que es el cura.” Mentira.

2 “un católico puede matar, robar, violar y seguir llevando tan campante una vida de crápula, porque si en plena agonía un cura le absuelve, será recibido en reino de los cielos por un coro de ángeles como si no hubiera pasado nada.” Mentira.

3” en un país católico, donde el ciudadano tiene la íntima convicción, nacida de mil años de confesionario, de que cualquier tropelía puede ser perdonada con una mínima penitencia.” Mentira.

Este hombre no sabe de lo que está hablando, no sabe lo que es ni el arrepentimiento ni la reparación ni la penitencia ni el propósito de enmienda ni creo que se haya confesado después de hacer la Primera comunión.

Pero se cree muy gracioso, aunque si yo hubiese estado con él en el bar no me habría reído, a pesar de que me hubiese tomado las dos cañas, los dos riojas y los dos “carajillos”.