Cine que se puede (debe) ver
El Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) acaba de premiar a Gustavo Ron con la Medalla al Mejor Guión Adaptado por su trabajo en la película "Vivir para siempre", de la que ya escribí una crítica hace unas semanas. Una película fantástica, a mi parecer, que merece, y mucho, esta distinción.
En la misma ceremonia de medallas, el documental "La última cima" dirigido por Juan Manuel Cotelo y en cuya ambientación musical ha participado mi siempre admirado Íñigo Guerrero, fue distingido como el mejor de esta edición en su categoría.
Son dos ejemplos de películas que, si aún no han tenido la posibilidad de ver, tienen que hacerse el propósito como si hoy mismo fuera fin de año. Ambas tienen el respaldo de European Dreams Factory, que ha apostado decididamente por películas que van más allá del mero entretenimiento y que, siendo entretenidas y atractivas, son capaces de mucho más.
Esponjan el alma, amplían las cortas miras de lo cotidiano hasta el infinito e invitan a soñar despiertos con un mundo mejor, con el mejor de los mundos, en la otra vida, sin dejar de disfrutar la presente.
A estos dos títulos imprescindibles, que recomendaría vivamente para adolescentes, hemos de sumar algiunos más distribuidos por EDF: "Blood money, el valor de una vida"; "Bella"; o "La verdad de Soraya M".
Todas ellas han tenido un más que razonable éxito de crítica y público, habida cuenta de la crisis de creatividad y frescura en la industria cinematográfica española.
Es cine que se puede ver. Es cine que se debe ver.