Las palabras mágicas de Rajoy
Ha repetido hasta la saciedad el presidente del Partido Popular que, en relación a la Ley del Aborto, "esperará" a lo que diga el Tribunal Constitucional y que "escuchará" a la gente antes de tomar una decisión.
Esto es, Rajoy ha decidido, hablar sólo de economía y eludir cualquier tema de calado social que pueda importar (o no, visto lo visto) a su potencial electorado.
Este fin de semana el Sr. Rajoy ha convocado a sus huestes para un conciliábulo en Sevilla, con una agenda apretadísima, en la que, sospecho, todo está más que hablado y va a haber poco espacio para el debate.
Dado que el propio Partido Popular lo plantea como el pistoletazo de salida antes de las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo, sería bueno que Rajoy dijera sobre este asunto algo diferente a lo ya manifestado.
Por un lado, porque "la gente" ya se ha manifestado en multitud de ocasiones contra las leyes homicidas que se han impulsado desde el poder político. Por lo tanto, señor Rajoy, lo que tenía que escuchar ya ha sido dicho por activa y por pasiva. Incluso por parte de algunos destacados dirigentes de su partido.
Por otro lado, el líder gallego ve conveniente esperar a lo que diga el Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por su propio partido. Dados los últimos nombramientos en este órgano jurídico-político, que dejan la institución si n posibiloidad de reequilibrarse ideológicamente hasta 2016, la espera no es prudente, sino negligente.
Rajoy tiene este fin de semana una nueva oportunidad para cambiar de una vez de discurso y comprometerse personalmente en erradicar una realidad que él mismo ha calificado de cruenta y dolorosa.
A Rajoy le convendría decir las palabras mágicas: "Derogaré la ley del aborto". Cinco palabras nada más, para salvar decenas de miles de vidas.