Una infamia
Probablemente muchos ya ni se acuerden. Cuando sucedió yo aún era muy pequeño. Pero años después conocí muy de cerca parte de sus consecuencias.
Fue el 11 de diciembre de 1987. El terrorista de ETA José Antonio Urruticoechea Bengoechea junto con una rafia de desalmados voló la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza arrancando de cuajo la vida a 11 personas. Setrata del mismo "Josu Ternera" que está huído de la Justicia, pero muy bien localizado por los Servicios de Inteligencia. Se podría decir, que hasta protegido.
Ese es el atentado que primero, rompió en pedazos la vida normal de Francisco José Alcaraz y que le llevó, pasados los años, a emprender una Rebelión Cívica que muchos secundamos para frenar un proyecto de rendición del Estado ante ETA que aún sigue su curso. Su hermano y dos sobrinas fueron asesinados allí.
Han pasado 23 años y la actividad pública de Alcaraz al frente de la AVT fue muy intensa. Se puede entender que no todos compartieran sus puntos de vista, sus acciones, su manera libérrima de hacer las cosas. Incluso que haya quien le tenga manía, no sé si en ocasiones odio, incluso entre las mismas víctimas.
Lo que es una infamia es que la AVT organice un acto de homenaje a las víctimas de aquél atentado en Zaragoza y no invite a Alcaraz, hermano y tío de tres de los once asesinados.
Se enteró al ser llamado por una radio.
Con independencia de las filias y las fobias. Por encima de las consideraciones personales. Esa manera de actuar es... Dejémoslo ahí.
Se califica por sí sola.