Vivirá sólo unas horas
Hoy nos enteramos de que Bibiana Aído ha vuelto a decir una tontería de las que insultan a la inteligencia. La ignorancia es atrevida, pero el sectarismo, muy peligroso. Véase aquí.
A ver si le llega esta carta a la ministra de cuota. Tal como me la envían, la transcribo. Y luego dicen que hay vidas que no merece la pena ser vividas... ¡María, qué gran lección!
Madrid a 5 de octubre de 2010
Queridos amigos:
Os escribimos a los muchos amigos, que con vuestras oraciones y vuestro cariño, nos habéis ayudado a prepararnos para el nacimiento de nuestra hija María en esta tierra y para su nacimiento definitivo a la vida Eterna. Como ya seguramente sabréis, la niña vivirá pocos días fuera del seno materno, incluso horas, debido a una hernia diafragmática que está impidiendo el desarrollo de sus pulmones.
Desde que lo supimos, la principal prioridad de nuestras vidas ha sido que María sintiera, en su corta existencia, el amor y la alegría. Que sintiera la seguridad de unos padres que están convencidos de que la dignidad humana no depende de su grado de perfección. Que para nosotros ella es un ser humano único, con un valor infinito: nada llenará el vacío que nos deje su pérdida.
Desde las primeras ecografías pudimos oír su corazón latiendo, ver su cabecita, sus manos… En las ecografías de tres dimensiones la hemos visto moverse y hemos descubierto sus rasgos: su boca, su nariz... Tiene la misma carita que su hermano pequeño. ¡Es preciosa!
María con 36 semanas
La familia es el único grupo humano en el que se aprecia a cada uno por ser quién es, y no por lo que vale o representa. Hace diez años que nos casamos para formar una familia que Dios ha bendecido con tres hijos varones, y ahora, con esta hija a la que queremos, no por lo que vale o por lo que representa, sino porque es… ¡nuestra hija!.
Una hija que ha vivido con su familia la Primera Comunión de su hermano mayor, las bodas de plata de la jura de bandera de su padre, la fiesta de fin de curso de sus hermanos, la victoria de España en el Mundial de fútbol… Esa noche María estaba dormida, mientras en casa, como en cualquier familia española, "sufríamos" con la final del Mundial. En el minuto 116 del partido se despertó y comenzó a dar patadas. Sus hermanos estaban convencidos de que vendría el gol de España, ¡y así fue!. Esa noche sintió la alegría de su familia, de su barrio, de toda su patria.
Mañana miércoles llega el día de inducir el parto: María nacerá, lo hará querida y acompañada. Y cuando muera lo hará querida y acompañada, porque sus padres no quisimos ceder a la presión de los que han sido incapaces de ver en ella, y en su madre, a un ser humano. Junto al profundo dolor de saber que no la tendremos más con nosotros en esta vida, tenemos la serenidad de haber intentado comportarnos como unos buenos padres, también con ella.
Mañana más que nunca necesitaremos vuestras oraciones. ¡Qué Dios os bendiga!
S. M. y P. N.
A ver si le llega esta carta a la ministra de cuota. Tal como me la envían, la transcribo. Y luego dicen que hay vidas que no merece la pena ser vividas... ¡María, qué gran lección!
Madrid a 5 de octubre de 2010
Queridos amigos:
Os escribimos a los muchos amigos, que con vuestras oraciones y vuestro cariño, nos habéis ayudado a prepararnos para el nacimiento de nuestra hija María en esta tierra y para su nacimiento definitivo a la vida Eterna. Como ya seguramente sabréis, la niña vivirá pocos días fuera del seno materno, incluso horas, debido a una hernia diafragmática que está impidiendo el desarrollo de sus pulmones.
Desde que lo supimos, la principal prioridad de nuestras vidas ha sido que María sintiera, en su corta existencia, el amor y la alegría. Que sintiera la seguridad de unos padres que están convencidos de que la dignidad humana no depende de su grado de perfección. Que para nosotros ella es un ser humano único, con un valor infinito: nada llenará el vacío que nos deje su pérdida.
Desde las primeras ecografías pudimos oír su corazón latiendo, ver su cabecita, sus manos… En las ecografías de tres dimensiones la hemos visto moverse y hemos descubierto sus rasgos: su boca, su nariz... Tiene la misma carita que su hermano pequeño. ¡Es preciosa!
María con 36 semanas
La familia es el único grupo humano en el que se aprecia a cada uno por ser quién es, y no por lo que vale o representa. Hace diez años que nos casamos para formar una familia que Dios ha bendecido con tres hijos varones, y ahora, con esta hija a la que queremos, no por lo que vale o por lo que representa, sino porque es… ¡nuestra hija!.
Una hija que ha vivido con su familia la Primera Comunión de su hermano mayor, las bodas de plata de la jura de bandera de su padre, la fiesta de fin de curso de sus hermanos, la victoria de España en el Mundial de fútbol… Esa noche María estaba dormida, mientras en casa, como en cualquier familia española, "sufríamos" con la final del Mundial. En el minuto 116 del partido se despertó y comenzó a dar patadas. Sus hermanos estaban convencidos de que vendría el gol de España, ¡y así fue!. Esa noche sintió la alegría de su familia, de su barrio, de toda su patria.
Mañana miércoles llega el día de inducir el parto: María nacerá, lo hará querida y acompañada. Y cuando muera lo hará querida y acompañada, porque sus padres no quisimos ceder a la presión de los que han sido incapaces de ver en ella, y en su madre, a un ser humano. Junto al profundo dolor de saber que no la tendremos más con nosotros en esta vida, tenemos la serenidad de haber intentado comportarnos como unos buenos padres, también con ella.
Mañana más que nunca necesitaremos vuestras oraciones. ¡Qué Dios os bendiga!
S. M. y P. N.
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