Los seglares suelen hacer mejor estas cosas

04 junio 2010 00:00

Cuando los seglares hacen mejor las cosas, que en el ámbito de lo temporal suele ser siempre, queda fatal si nos inmiscuimos los clérigos. En realidad, siguiendo lo indicado por el Concilio Vaticano II (y por el sentido común), la autonomía legítima de las cosas temporales requiere que nos dediquemos cada uno a lo nuestro, los seglares a lo suyo y los clérigos a lo nuestro.

Otro caso distinto es el de los seglares dirigidos -directamente o indirectamente por clérigos- para hacer cosas del ámbito de lo temporal, sin que se les deje libertad de acción. También en estos casos suele salir una medio chapuza o una chapuza entera, según las circunstancias.

Ejemplos se pueden poner muchos, pero para qué nos vamos a ir más lejos cuando tenemos uno tan a mano como es coger el mando de la televisión y sintonizar la nueva Popular María Visión. Quizás no sea evidente para todos porque el canal no llega a toda España, pero sí a una buena parte, si no estoy equivocado. Ojalá se viese en todas las comunidades autónomas, sin duda cuantas más mejor.

Con todo respeto hacia la anterior administración, debo decir que dejé de verla cuando empezaron a emitir “Crónicas de un pueblo” y creo que también emitían “Curro Jiménez”, aparte de unas tertulias infumables y un curita joven que iba entrevistando a gente por la calle con pinta de perder el tiempo. No hay comparación con el canal de ahora, como tampoco hay comparación con la audiencia que tiene ahora y la que tenía entonces. Ahora transmiten toda una programación religiosa, con un seguimiento total de los viajes papales y todo tipo de reportajes de tema religioso realizados con calidad.

Es la diferencia de llevarlo los clérigos, o seglares “velut manuducti” por ellos, y llevarlo un seglar sin pelos en la lengua y que parece tener pocos respetos humanos. Si se hace en plan eclesiástico, hay que hacerlo todo moderado, eclesiásticamente correcto, ecuménico, inculturizado, aperturista, etc., y al final sale algo aguado. El magnate mexicano que ahora rige la cadena, acostumbrado a una realidad como la de su país en la que desde siempre lo católico debe afirmar su identidad, no se corta a la hora de poner programación religiosa. Bien por él.

Algo parecido ocurrió en Estados Unidos con la Madre Angélica, aunque es muy difícil comparar ambas realidades pues la una acaba de empezar su andadura y la otra lleva ya muchos años dando frutos en Estados Unidos. Tenían los obispos de aquel país un canal televisivo que, a fuerza de acceder a todas las sugerencias de los prelados, se había hecho infumable y no la veía nadie. Cuando la religiosa empezó su canal, rodeándose de buenos seglares católicos, la miraron con desconfianza, pero cuando la audiencia empezó a crecer quisieron los obispos quedarse con el canal, por aquello de hacerlo más eclesial. La Madre Angélica (recientemente condecorada y homenajeada por Benedicto XVI) se negó y se resistió, apoyada por el obispo de su diócesis, y el tiempo le dio la razón.

Por el contrario, en Italia se empezó un canal católico más independiente, sencillo, tipo radio María pero en versión televisiva, y tenía su audiencia que iba creciendo poco a poco. Lo cogió por banda la CEI e hizo de él algo grandioso en medios y que simplemente no atraía a nadie (digámoslo diplomáticamente) y sigue sin atraer.

Desde nuestra tierra es difícil entender el bien que el canal de la Madre Angélica ha hecho en aquel país, y está haciendo en otros lugares a través de Internet. Tantísimos católicos han aprendido el catecismo, que en sus parroquias no se enseñaba, a través de dicho canal. Y además, han aprendido Biblia, moral, liturgia, vidas de santos…. Ha sido un instrumento de evangelización que los obispos de aquel país se encontraron sin poner un duro y que, por desgracia, no supieron valorar ni agradecer, aunque ahora las cosas están cambiando.

El estilo de Popular María visión se va pareciendo poco a poco a dicho canal. Hay quien dice que en España la audiencia católica no tiene nada que ver con la de América, lo cual si es cierto puede deberse a la saturación que tenemos de Telecinco, Norias, Belenes Esteban y sucedaneos, marujeos variados, famosillos de medio pelo y ordinarieces televisivas de todo tipo. Y esto, quizás porque no había canales religiosos para contrarrestar tanta chabacanería con algo piadoso, aunque sea menos mediático. Por lo tanto, creo que un canal descaradamente religioso tiene mucho que hacer y la audiencia se lo va a agradecer si sigue por una buena línea, como parece que tiene ahora, y no se desvía, ya veremos. De hecho, la audiencia se lo está agradeciendo ya.