Que no os engañe Netflix
El 8 de diciembre se estrena en Netflix la película “María”, sobre la vida de la Virgen. En el trailer se ve como en la escena del parto aparece con dolor.
Los autores de la cinta dicen que son católicos pero la visión que presentan del parto no lo es. Voy a tratar de arrojar aquí un poco de luz sobre el tema, viendo además que en X ha habido muchas católicos que no entendían qué problema había en representar a María con dolores de parto. Sus argumentos venían a ser: “¿Qué problema hay con que el parto de Jesús fuese con dolor tal como muestra la película? ¿Acaso María no sufrió también en la cruz?”. Vamos a explicarlo.
Que en el parto la Virgen María no sintió dolor lo han creído los cristianos a lo largo de todos los siglos. Padres y Doctores de la Iglesia como San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio de Nisa o Santo Tomás de Aquino lo han recogido de la tradición y lo han enseñado. ¿Por qué? ¿Hay además base bíblica?
Mirad además el arte cristiano y veréis cómo no encontraréis pinturas de María sufriendo durante el parto, salvo por supuesto algunas polémicas de los últimos años. Alguno dirá que el arte cristiano no representa el dolor. Buscad entonces iconos y cuadros del crucificado.
La Iglesia no ha definido como dogma que “el parto indoloro de María”. Si su virginidad perpetua: antes, durante y después del parto. Pero que no esté definido tal cual no significa que no sea cierto. Muchas otras cosas han llegado a nosotros por la Tradición del Magisterio.
Sin embargo lo que sí ha definido la Iglesia es el dogma de la Inmaculada Concepción. María no solo no cometió ningún pecado sino que fue preservada de la culpa que todos heredamos y de las consecuencias del pecado original. ¿Y cuáles son estas consecuencias?
La primera es la muerte. Dice Génesis 2, 17: «Del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que morir». Este es el fundamento del dogma de la Asunción de María a los Cielos. Si María no sufre las consecuencias del pecado entonces no murió. Los primeros cristianos tenían claro que María no murió.
La segunda es el dolor del parto. Tras el pecado de Adán y Eva dice Génesis 3,16: «A la mujer le dijo: Mucho te haré sufrir en tu preñez, parirás hijos con dolor». Si María no sufre las consecuencias del pecado entonces no sufrió dolores de parto. ¿Se entiende, verdad? Por eso tantos Padres de la Iglesia así lo enseñaban desde los primero tiempos del cristianismo.
María es la Nueva Eva. Igual que del “sí” de una mujer al mentiroso demonio entró el pecado en el mundo y hemos heredado las consecuencias, del “sí” de otra mujer al Dios verdadero ha venido la salvación del mundo: Jesucristo, nuevo Adán.
Dios no maldijo a Adán y Eva tras pecar, solo al demonio. Dice Génesis 3, 15:«Pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón». El “sí” de María cumple esta promesa. La salvación vino por una mujer.
Por tanto hay argumentos bíblicos y Magisterio en la Tradición de la Iglesia para afirmar que el parto de la Virgen María fue sin dolor. Que no os engañe Netflix. No os dejéis confundir por lo que cuenta una película. Id a beber a las fuentes seguras.
Su Inmaculado Corazón triunfará.