Crónica de un Corpus en Toledo.
por Alejandro Campoy
Aparentemente, mejor que nunca en todo lo que supone el ornato y la gala externa. Aparentemente y creo que también esencialmente, mejor que nunca en lo que toca a la expresión de una fe profunda, vivida y sentida. Tanto ZP como Chacón son una bendición del cielo, están reafirmando la fe de millones de españoles, están fortaleciendo las creencias y sentimientos de tantísimas personas que antes sólo teníamos que dejarnos llevar, de tal modo que lo que están sembrando será abundantísima cosecha para muchos años.
Uno no sabe ya si desear una tercera legislatura de ZP, pues la catarsis nacional a todos los niveles que está impulsando este hombre es de una magnitud tan impresionante que no deberíamos dejar pasar esta ocasión histórica. Por fin, España se redescubre “española”, por fin, España se recuerda católica, por fin, España despierta y va abandonando el complejo de “facha” por reclamar su propia bandera, por fin, van cayendo los mitos y los tópicos de una progresía paleolítica.
Y esto se vivió ayer en las calles toledanas con una ejemplaridad poco corriente. Tras el paso de la Custodia de Arfe con el Santísimo Cuerpo de Cristo, las autoridades políticas, Jose María Barreda y Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo respectivamente. No son responsables de nada de todo esto, al contrario, se han esforzado por minimizar los efectos del zapaterismo chaconés más beligerante. Pero un silencio que se cortaba les acompañaba a su paso por las calles.
Y tras ellos, las tres compañías de cadetes de la Academia de Infantería, ¡tres!, donde siempre ha desfilado sólo una. Y un atronador aplauso acompañado de vítores con todas las energías posibles que eran capaces de desplegar los asistentes. Y también a la Guardia Civil, que marchaba detrás. Y a la policía municipal, que interpretó el himno español como nunca antes había sonado en el recinto de esta milenaria ciudad. La bandera, el himno... gracias, Chacón, gracias, ZP. No puedo evitarlo, quiero más. ¿Seré capaz de cambiar el sentido de mi próximo voto?
Pero no, querido Luis, mi vecino de blog. Barreda no es uno de los grandes valores del pesoísmo. Todo es fachada, publicidad y apariencia, detrás de eso no hay nada. Peor: detrás de eso está la misma gestión agresivamente laicista y sectaria en la educación, el mismo acoso a la enseñanza concertada, los mismos ataques a la libertad de los padres de los que hace gala el caballero de la Moncloa. No, detrás del maquillaje está exactamente lo mismo. Es sólo que ha heredado de su antecesor la enorme habilidad para disfrazarse y aparecer públicamente como lo que no es. Y el desastre de su gestión no es menor que el de su jefe de filas. Te lo dice un toledano.
Y lo más importante, la fe: ayer Toledo vivió una manifestación de fe explosiva. Los asistentes a la procesión no lo eran ni muchísimo menos por el brillantísimo ropaje que se despliega en la misma, no lo eran por el enorme valor cultural de una manifestación antiquísima de nuestro inmenso patrimonio. Los asistentes ayer estaban adorando a Dios. Y finalmente, el cúmulo de todas estas circunstacias hizo que al que escribe se le pusiera un nudo en la garganta. España estaba adorando a Dios en la calle, al mismo tiempo que gritaba hasta romperse la garganta que somos España, y no cualquier otra cosa discutida y discutible, y que el que piense que esto tiene algo que ver con viejos dictadores del pasado o con no se sabe qué clase de memorias histéricas es que simplemente está enfermo.
Termino. Jamás me lo había ni planteado ¿Seré capaz de votar a ZP en las próximas eleciones, si para entonces hay elecciones, existe ZP o existe la propia España?. Realmente, jamás me lo había ni planteado, pero las consecuencias de la locura zapaterista me están gustando demasiado.