Tres cosas hay en la vida
Tres cosas hay en la vida
Todos los problemas tienen la misma raíz:
el miedo, que desaparece gracias al amor;
pero el amor nos da miedo.
-Anónimo-
el miedo, que desaparece gracias al amor;
pero el amor nos da miedo.
-Anónimo-
Lleva una temporada Pedro que le ha dado por la música de los años sesenta. Últimamente no para de tararear aquella canción:
Tres cosas hay en la vida:
Salud, dinero y amor.
El que tengo estas tres cosas
Que le dé gracias a Dios
─ Oye, Pedro, de esas tres cosas famosas que cantas, ¿Cuál es la mejor?
─ Le respondo con una pregunta. ¿A usted qué le parece?
─ Hombre, pues te voy a responder con un cuento.
─ Adelante, soy todo oídos.
Dicen que en un camino un poco apartado de la ruta de Santiago, vivía una familia en su casita de campo. Un día aparecen tres peregrinos y se quedan cerca de la puerta de la casa. Sale la señora y les invita a pasar.
─ No, gracias, no podemos pasar los tres juntos. Solamente necesitamos agua y algo para comer.
La mujer, extrañada, entró en casa y les sacó una jarra de agua y unos bocadillos.
─ Perdonen, pero no me han dicho sus nombres.
─ Tiene razón. Yo soy Éxito; éste es Riqueza y aquel Amor. Y en agradecimiento por su acogida, uno de nosotros, pero sólo uno, entrará en su casa.
La mujer, que vivía en la casa con su marido y una hija, fue a consultarles.
─ Yo quiero que entre la Riqueza, dijo el marido. Así tendremos de todo y se nos acabarán los problemas.
─ Pues yo prefiero el Éxito, dijo la mujer, porque así seremos la envía de todos los conocidos.
─ Nada de eso, dijo la hija, que entre el Amor porque, si nos queremos, seremos felices, aunque seamos pobres y desconocidos.
Salió la mujer y llamó al Amor.
─ Queremos que usted entre en nuestra casa, dijo al peregrino. Entonces los tres se levantaron y de dirigieron a la casa.
─ Perdón, creo que no me han oído; no he llamado a los tres sino al Amor.
─ Le hemos oído perfectamente, dijo Riqueza. Si hubiese llamado al Éxito o a mí, habríamos entrado uno sólo, pero al llamar al Amor, entra en su casa la mayor riqueza que puede conseguir y eso hará de su proyecto familiar un éxito.
─ ¿Has comprendido, Pedro?
Pedro asiente con la cabeza, sonríe, se levanta y se marcha tarareando: Tres cosas hay en la vida...
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