Un buen perfil de Benedicto XVI

Un buen perfil de Benedicto XVI.

El periodista Álvaro Sánchez de León ha publicado un buen y amable retrato del sacerdote Ratzinger/Papa BXVI con un lenguaje y una imaginería dialéctica muy moderna y ágil bajo el título “Emérito. Rebobinando a Ratziger” (Ed. Palabra, 2023, 316 págs.). Con este mismo estilo este autor ya nos había acercado a la figura del anterior Prelado del Opus Dei en su obra de 2018 “En la tierra como en el cielo. Historias con alma, corazón y vida de Javier Echevarría”. En ambos libros Sánchez de León se acerca a su personaje con una amplia base documental, pero sobre todo a través de la conversación con quienes conocieron y trataron al personaje que pretende retratar. Resulta así su obra, más que una biografía –aunque también lo sea- , una semblanza caleidoscópica en que la personalidad del Papa BXVI se nos muestra principalmente a través del eco de su vida en la de aquellos que lo trataron, es decir con una multitud de perspectivas que se enriquecen mutuamente.

El subtítulo del libro, Rebobinando a Ratzinger, refleja la estructura cronológica del libro que comienza relatando la vida del Papa emérito tras su renuncia al ejercicio del papado y va retrocediendo en el tiempo para contarnos sus años como Pontífice de la Iglesia católica, como colaborador de Juan Pablo II desde la Congregación para la Doctrina de la Fe, como Obispo, sacerdote y profesor universitario en su Alemania natal y su infancia y juventud en los años terribles del nazismo y la segunda guerra mundial. Concluye el libro con un capítulo dedicado a la elección de Francisco como sucesor de B XVI y a la relación entre ambos en los años subsiguientes.

En las págs. 11 a 13, el autor incluye un “índice de las voces que hablan desde estas páginas” que me parece de especial interés para entender la aportación singular de este libro, pues es el elenco de las personas que trataron a B XVI y que fueron entrevistadas (o cuyo testimonio se recoge en la obra) por Sánchez de León para la confección del libro. En ese índice aparecen desde cardenales, teólogos y estudiosos de su pensamiento, hasta vecinos de Ratzinger en el barrio romano en que vivió hasta su elección como Papa (su carnicero, su zapatero, el tendero de ultramarinos que le proveía habitualmente, etc) y muchos periodistas que cubrieron la actividad del Vaticano desde que Ratzinger llegó a Roma hasta su fallecimiento.

A preguntas de uno de sus entrevistados (cfr. pág. 81) sobre el sentido de escribir un nuevo libro sobre el perfil humano de Benedicto, responde el propio autor: “La idea es reunir en un solo texto lo que conocemos de él y anda desperdigado en decenas de volúmenes distintos. Y añadir el toque personal de la gente que lo ha tratado”. Es una buena definición de la obra que reseñamos.

Para quienes ya conozcan en profundidad la vida y obra de Ratzinger/B XVI, lo más interesante del libro será precisamente el perfil humano del biografiado que se deduce del impacto de su vida en todas esas personas que le conocieron y trataron en las circunstancias más ordinarias de la vida cotidiana. Para quienes aún no se han acercado mucho a su figura, el libro aporta –además- un estudio muy documentado de los principales hitos de su vida y un análisis serio de los temas más polémicos y las desinformaciones que se han agitado contra el gran Papa: su actuación contra los abusos sexuales en la Iglesia, su actuación como guardián de la fe desde la Congregación competente durante el pontificado de Juan Pablo II, las polémicas surgidas durante su pontificado (Banco Vaticano, caso Lefebvre/ Williamson, conferencia de Ratisbona, guerras de poder en la curia, el robo de papeles en la propia casa pontificia …), sus relaciones con Francisco desde su condición de emérito, etc.

Sánchez de León no se detiene a  analizar la obra filosófica y teológica de Ratzinger, algo ajeno a sus pretensiones, pero el retrato intelectual de su biografiado que hace de la mano de sus profesores y compañeros en la Universidad en el capítulo titulado “Birrete blanco” (págs. 201 y ss.) me parece muy acertado: Ratzinger es un pensador coherente, moderno y rupturista desde una lealtad indiscutible a la milenaria fe de la Iglesia, que no tiene miedo ni reparo alguno a releer las fuentes originarias de la revelación para profundizar con nuevas luces en ellas revisando cuando es necesario las formulaciones tradicionales que tantas veces han cosificado y encorsetado la fe viva de la comunidad. Un Ratzinger que confía en la razón con la misma energía con que como un niño abandonado se acerca a su Dios, fuente de toda verdad.

Emérito. Rebobinando a Ratziger nos acerca a la persona Joseph Ratzinger, un sacerdote santo, un intelectual egregio, un auténtico doctor de la Iglesia, un teólogo de una creatividad fecunda, un analista lúcido de nuestros tiempos cuya doctrina me atrevo a asegurar seguirá iluminando a muchos durante largos tiempos, una persona tímida y entrañable en las distancias cortas y uno de los personajes claves en la historia de la Iglesia y el mundo en el convulso tiempo a caballo entre los siglos XX y XXI.

Benigno Blanco