Querida Laura:
por Alejandro Campoy
A la atención de Laura Rodríguez Zapatero Espinosa, hija mayor de Jose Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa, nacida en diciembre de 1993. Querida Laura: No te preocupes por mí, no soy alguien que deba inquietarte. En realidad, ni siquiera pensaba escribirte, pero la insistencia de tu padre finalmente me ha movido a hacerlo. Verás, creo que tienes mucha suerte: has nacido en un buen país, que se ha hecho mucho mejor desde que tu padre asumió las responsabilidades de gobierno; los derechos ciudadanos se han acrecentado gracias a su incansable labor, y todo el mundo goza hoy de una disponibilidad sobre sí mismo envidiada por el resto de naciones del mundo. En diciembre cumplirás dieciséis años, y encontrarás que vives en un paraíso de libertades individuales sin parangón. Es cierto que no te van a dejar fumar ni tampoco podrás beber, al menos sin esconderte un poquito, y siempre tendrás que pedir a algún amigo mayor que tú que se encargue de comprar lo que proceda. Pero vas a poder disfrutar de tu cuerpo y de los placeres del sexo casi sin limitaciones, y si tienes un poco de suerte, quizás puedas sacarte el carnet de conducir ya a los dieciséis, y tal vez también, incluso votar. Ya te habrán informado sobradamente en la escuela que debes conseguir que tu pareja utilice siempre el condón, principalmente para no infectarte con virus y bacterias indeseadas, pero no te preocupes, si alguna vez quieres una plenitud de sensaciones y tu pareja es suficientemente fiable, el posible riesgo de embarazo tendrá fácil solución: basta con que te acerques a una farmacia y pidas un Postinor, nadie te pondrá impedimentos de ningún tipo, si bien puede que después tengas algunos sangrados, irregularidades en el ciclo menstrual y algún dolorcito de cabeza. Pero no te fíes de mí, los adultos sólo sabemos amenazar y asustar por ver si con el miedo conseguimos sujetar las grandes pasiones de la juventud. No hay que hacer demasiado caso. Vive y disfruta con total despreocupación, tú no tendrás que hacer frente a ningún tipo de responsabilidades ni tendrás que preocuparte por las consecuencias de tus actos, eso es cosa del pasado. Hoy en día, y gracias a tu padre, las responsabilidades individuales las asumen los poderes públicos. Y si esta sanísima despreocupación e irresponsabilidad te ocasionara un embarazo no deseado, no te preocupes en absoluto, también tu padre se ha encargado de que no tengas problemas. Lo único que se te pide es que vayas a tu centro de salud antes de las trece semanas de gestación, pues hasta ese plazo lo que llevas en tu seno no es sino un ejemplar de Carcharodon Carcharias, un bicho indeseable que si te pilla de adulto en alta mar te puede hacer un estropicio bastante considerable, por lo que es mucho mejor eliminarlo prematuramente. Por supuesto, no se te ocurra contarle nada ni a tu padre ni a tu madre, no sea que se les cruce un cable y ya no reaccionen de un modo tan progresista como aparentan hacia los demás. No es legítimo que tus padres interfieran en tus decisiones. Tampoco te preocupes por ello, la ley te amparará, tu padre se ha encargado de legislar contra sí mismo y contra tu madre. Y si encontraras algún médico rebelde, no dudes en denunciarle, tú tienes derecho a que te atiendan en el acto, sin milongas de creencias ni objeciones de conciencia. Un buen estacazo al meapilas y asunto zanjado. En realidad, sólo deberás tener cuidado de una sola cosa: cuando tengas un novio, asegúrate de que no ha asimilado tan bien como tú la inexistencia de responsabilidades y la completa ignorancia hacia las consecuencias de sus actos: mira que en Sevilla un mozalbete demasiado listo ha matado a su novia y ahora se ríe de toda España mientras miente y miente sin parar, sabiendo que los poderes públicos y la justicia le amparan por completo y asumen ellos esas consecuencias. Cuida de no ser tú la víctima. En fin, no hagas mucho caso de los adultos. Tira esta carta y no se la enseñes a tus padres, no merece la pena. Olvídate de mí, y disfruta de tu decimosexto cumpleaños, para el que desde ahora te deseo mis más sinceras felicitaciones y que cumplas muchos más.
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