El Papa habla de nuevo de familias numerosas y paternidad responsable
Semanas después del viaje del Papa a Asia y casi olvidadas ya sus espontáneas palabras en el vuelo de regreso a Roma, dónde habló de paternidad responsable y de tener hijos "como conejos", su Santidad ha vuelto a hacer alusión al tema haciendo hincapié -tras las malas interpretaciones a que dieron lugar sus palabras-, recordando la generosidad que hay detrás de una familia con hijos:
"Una sociedad de hijos que no honran a sus padres es una sociedad sin honor; ¡cuando no se honran a los padres se pierde el propio honor! Es una sociedad destinada a llenarse de jóvenes áridos y ávidos. Pero también una sociedad avara de generaciones, que no ama rodearse de hijos, que los considera sobre todo una preocupación, un peso, un riesgo, es una sociedad deprimida. Pensemos en tantas sociedades que conocemos aquí en Europa: son sociedades deprimidas porque no quieren hijos, no tienen hijos, el nivel de nacimientos no llega al uno por ciento. ¿Por qué? Que cada uno piense y se responda. Si una familia generosa de hijos se ve como si fuera un peso, ¡hay algo mal!".
Insisto: "SI UNA FAMILIA GENEROSA DE HIJOS SE VE COMO SI FUERA UN PESO, HAY ALGO MAL". Es decir, por si las moscas, por si los malos entendidos, por si alguno se columpia aprovechando la espontaneidad de las palabras del Papa y la expresión utilizada... Francisco nos recuerda que tener una familia numerosa es un acto de generosidad; sin prejuicio de los matices que la propia Iglesia da a esa afirmación, de acuerdo con la doctrina de la paternidad responsable.
"Los hijos -continuaba el Santo Padre- son la alegría de la familia y de la sociedad. No son un problema de biología reproductiva, ni uno de los muchos modos de realizarse. Y mucho menos son una posesión de los padres… No, no. Los hijos son un don. Son un regalo: ¿entendido? Los hijos son un don. Cada uno es único e irrepetible; y al mismo tiempo, inconfundiblemente ligado a sus raíces".