Comenzar el Año con el Papa Francisco
¡¡¡FELIZ AÑO 2015!!!
Son 48 años celebrando la jornada de la Paz el día uno de enero. La instituyó el Papa Pablo VI. La han continuado los demás Pontífices. Su mensaje ha sido uno de los más importantes del año. También el Papa Francisco ha elaborado este año un escrito que merece la pena comentar. Trata de la esclavitud.
Inicia el Papa su reflexión con hechos de la Escritura. Para la fraternidad profunda no es suficiente nacer del mismo vientre. El pecado afecta a todas las personas. Caín y Abel lo ponen de manifiesto. (Gn 4, 116) Ni siquiera tener el mismo padre. La maldad de Cam empuja a Noé a maldecir a su hijo mientras bendecía a sus hermanos. Dando lugar a la desigualdad entre los hermanos.
Solo la alianza nueva, creada por la entrega de Jesucristo, muerto y resucitado, pone la base para una nueva fraternidad, incluso, entre esclavos y amos. (Flm 1516) “El ser hijo de Dios responde al imperativo de la conversión: <
Todo esto demuestra cómo la Buena Nueva de Jesucristo, por la que Dios hace <<nuevas todas las cosas>> (Ap 21.5) también es capaz de redimir las relaciones entre los hombres, incluida aquella entre un esclavo y su amo, destacando lo que ambos tienen en común la filiación adoptiva y el vínculo de fraternidad en Cristo”.
Señala, a continuación, el Papa las distintas esclavitudes actuales: trabajadores y trabajadoras, incluso niños oprimidos por el trabajo inhumano. Emigrantes, vistos como enemigos. La prostitución. Venta de órganos, Drogas, etc. “Hoy como ayer, en la raíz de la esclavitud se encuentra una concepción de la persona humana que admite el que pueda ser tratada como un objeto. Cuando el pecado corrompe el corazón humano, y lo aleja de su Creador y de sus semejantes, estos ya no se ven como seres de la misma dignidad, como hermanos y hermanas en la humanidad, sino como objetos. La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, queda privada de la libertad, mercantilizada, reducida a ser propiedad de otro, con la fuerza, el engaño o la constricción física o psicológica; es tratada como un medio y no como un fin”.
Junto a esta causa fundamental podemos señalar: la pobreza, falta de educación, el paro, la corrupción, conflictos armados, el terrorismo, etc.
Tiene aquí el Papa palabras preciosas para las Congregaciones religiosas: “Quisiera mencionar el trajo silencioso de muchas <
No es suficiente. Deben activarse otras medidas del estado, ONGS, empresas, etc.
El Papa señala a Santa Josefina Bakita como modelo de recuperación en su dignidad. “Como nos lo muestra la historia de Josefina Bakita, santa proveniente de la región de Dafur, en Sudán, secuestrada cuando tenía nueve años por traficantes de esclavos y vendida a dueños feroces. A través de sucesos dolorosos llegó a ser <
Concluye con esta palabras: “Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (Gn 4 910) La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, que les dé esperanza y los haga reanudar con ánimo el camino, a través de los problemas de nuestro tiempo y las nuevas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestra manos”.