El papa Francisco tiene una expresión de cariño para los párrocos en su Discurso a la Asamblea Diocesana de Roma. “Yo quiero mucho a los Sacerdotes, por que ser párroco no es fácil. Es más fácil ser obispo que párroco. Porque nosotros los Obispos siempre tenemos la posibilidad de tomar distancias, u ocultarnos detrás de <>>, y eso nos protege .Pero ser párroco, cuando te llaman a la puerta: <> ¡No es fácil! Cuando viene uno a contarte los problemas de familia, o ese muerto, o cuando vienen a hablar las así llamadas <> contra las así llamadas <>… No es fácil ser párroco”
Es bueno captar la benevolencia cuando tenemos cosas importantes que decir. Y el Papa tenía cosas importantes que decir a los Párrocos: “También los sacerdotes, los párrocos y los vicarios parroquiales tienen mucho tabajo, y yo comprendo que a veces están un poco cansados; pero un párroco que es impaciente no hace bien. A veces yo comprendo, comprendo… Una vez tuve que escuchar a una señora, humilde, que había dejado la Iglesia siendo joven; ahora siendo madre de familia, volvió a la Iglesia, y decía:<la Iglesia porque en la parroquia, siendo jovencita, no sé si iba a Confirmación, no estoy seguro…- vino una mujer con un niño y le pidió al párroco el Bautismo…-esto pasó hace tiempo y no aquí en Roma, en otra parte-, y el párroco dijo que sí, pero que tenía que pagar… <>. <>. Y esa mujer me hablaba en la presencia de Dios. Esto sucede…Esto no significa acoger, esto es cerrar la puerta. En el presente: ternura y acogida”
El papa Francisco termina con un homenaje a los párrocos. Merece escuchar con atención sus palabras.
A mí me han recordado dos cosas que recuerdo con cierta frecuencia: a) En la vorágine postconciliar, un catequista francés escribía. <>. b) Cuando las Hermanitas de los pobres celebraron un aniversario de su fundación en la Calle de Buen Suceso, Don Ángel Suquía, Arzobispo de Madrid, nos indicaba a los Sacerdotes de esta diócesis: “Estas Religiosas tienen más celo de la gloria de Dios que nosotros. Por eso sus ancianos difícilmente muren sin los Sacramentos>>.
Me alegré mucho cuando escuché estas palabras al papa Francisco: Pero quiero decir una cosa, ya lo he dicho en otra ocasión: la Iglesia italiana es muy fuerte gracias a sus párrocos. Estos párrocos que-ahora tendrán otro sistema-dormían con el teléfono sobre la mesa de noche y se levantaban a cualquier hora para ir visitar a un enfermo…Nadie moría sin los Sacramentos… ¡Cercanos! ¡Párrocos cercanos! ¿Y luego? Han dejado esta memoria de evangelización.