El Mártir más Joven
Cándido Catalán Lasala, martirizado en Fernán Caballero con sus trece compañeros claretianos, no murió inmediatamente como los demás.
Había nacido en Corella, Navarra, el 16-II1916. Entró en el Seminario Menor de los Misioneros del corazón de María en Plasencia en 1927. Profesó el 24 de octubre de
Al ser sacrificado cruelmente en Fernán Caballero, tenía 20 años. No estaba designado para la primera expedición martirial. A última hora, Gabriel Hernández optó por quedarse y se cambió por Cándido que era su compañero de habitación.
Después de la matanza, los milicianos siguieron camino de Madrid cantando
El terror y el pánico reinaban en el personal de la estación. Nadie se atrevió a acercarse a las víctimas para auxiliar a uno que veían moverse agonizando. Carmen Herrera hizo además de acercarse con un botijo para darle de beber al herido. Se volvió atrás cuando estaba cerca de él por temor a que le dieran un tiro.
Cuando llegaron el juez y el médico del pueblo y poco después el Teniente Coronel de
El teniente Coronel de
Ha sido un asesinato con robo, comentó.
Las dos personas que le trajeron de las vías le acompañaron a Ciudad Real por indicación del médico. Con ellos fueron Guardias Civiles y algún miliciano que había llegado para velar los cadáveres. Maximiliana Santos les proporcionó una sábana, una almohada y una manta. El juez unos sacos que tenía en la bodega. En el improvisado lecho le pusieron en una vieja camioneta de Fuente del Fresno.
En el camino, a la altura del Puente del Guadiana, se les averió la camioneta a los que trasladaban a Cándido Catalán. Al bajarse para arreglarla, cayeron en la cuenta de que había fallecido. Hubo que remolcar la camioneta con un camión que pasaba por allí. Así llegaron al Hospital, donde entregaron el cadáver del joven mártir claretiano.
Será beatificado el 13 de octubre en Tarragona.