Qué poco respetamos los tiempos del Señor
por Ecce Adsum
¿Sabes cuánto tiempo estuvieron los voluntarios de 40 Días por la Vida rezando ante el mayor abortorio de Texas, en Estados Unidos, hasta conseguir su cierre? Supieron perseverar: ¡rezaron durante 15 años frente al matadero! Y aquí, en España, hay quien se impacienta tras solo cinco campañas.
Es sencillo, muy sencillo: se trata de tener fe o de no tenerla.
Se trata de vivir la oración como el principal instrumento para enfrentarse a este genocidio contemporáneo, el aborto, o de no creer en el poder de la oración.
Se trata de perseverar confiando en el Señor, respetando los tiempos de Dios, o se trata de ser un caprichoso, seguidor de modas espirituales, frecuentador de gestos que sirven tan solo para fingir que somos lo que no somos.
La semana que viene, el miércoles 25 de septiembre, empezamos en España la sexta campaña de oración de 40 Días por la Vida. Desde Cuaresma de 2011, hemos rezado durante 40 días consecutivos, dos veces al año, frente a los abortorios de distintas ciudades españolas.
Lo hemos hecho unidos a creyentes de más de 300 ciudades, en cuatro continentes, para encomendar todos juntos el fin del aborto.
Sí, a qué negarlo, estamos muy contentos de haber podido completar ya cinco campañas. Pero, ¿y qué? ¿Acaso hemos de medir la oración en términos de reloj y calendario? iNi siquiera hemos empezado! Aunque ya hay quien se impacienta porque considera que son muchas campañas frente al abortorio.
En Texas el cierre de Planned Parenthood llevó 15 años de oración pública. Quince años plantándose frente al matadero durante 40 días en Cuaresma y otros 40 en otoño. Con frío o calor, fuera festivo, o puente, o lloviera, o echaran por la tele la final de no sé qué.
En España llevamos solo 3 años, apenas seis campañas. Y ni siquiera hemos aprendido todavía a respetar los tiempos del Señor. Así que antes de darle al ratón para irte a otro lado, por favor, acuérdate de nosotros y de nuestra impaciencia y encomiéndanos para que aprendamos a perseverar. ¡Muchas gracias!
Es sencillo, muy sencillo: se trata de tener fe o de no tenerla.
Se trata de vivir la oración como el principal instrumento para enfrentarse a este genocidio contemporáneo, el aborto, o de no creer en el poder de la oración.
Se trata de perseverar confiando en el Señor, respetando los tiempos de Dios, o se trata de ser un caprichoso, seguidor de modas espirituales, frecuentador de gestos que sirven tan solo para fingir que somos lo que no somos.
La semana que viene, el miércoles 25 de septiembre, empezamos en España la sexta campaña de oración de 40 Días por la Vida. Desde Cuaresma de 2011, hemos rezado durante 40 días consecutivos, dos veces al año, frente a los abortorios de distintas ciudades españolas.
Lo hemos hecho unidos a creyentes de más de 300 ciudades, en cuatro continentes, para encomendar todos juntos el fin del aborto.
Sí, a qué negarlo, estamos muy contentos de haber podido completar ya cinco campañas. Pero, ¿y qué? ¿Acaso hemos de medir la oración en términos de reloj y calendario? iNi siquiera hemos empezado! Aunque ya hay quien se impacienta porque considera que son muchas campañas frente al abortorio.
En Texas el cierre de Planned Parenthood llevó 15 años de oración pública. Quince años plantándose frente al matadero durante 40 días en Cuaresma y otros 40 en otoño. Con frío o calor, fuera festivo, o puente, o lloviera, o echaran por la tele la final de no sé qué.
En España llevamos solo 3 años, apenas seis campañas. Y ni siquiera hemos aprendido todavía a respetar los tiempos del Señor. Así que antes de darle al ratón para irte a otro lado, por favor, acuérdate de nosotros y de nuestra impaciencia y encomiéndanos para que aprendamos a perseverar. ¡Muchas gracias!
Comentarios