Padres de gays
21 de Marzo, hoy hace dos días que celebramos al menos aquí en España, el “Día del Padre”. En todo el mundo no estamos de acuerdo sobre el origen de la festividad ni en la fecha de celebración.
Sin embargo, aquí y en Pekín, tenemos claro que en ese día especial, celebramos la figura del padre en la familia. Celebramos y honramos el sentido de la paternidad y destacamos y recordamos la importancia de la influencia del hombre en sus hijos.
El padre tiene un papel muy importante e insustituible dentro de la familia. Será siempre el símbolo de la provisión, del sustento, de la protección, la figura fuerte, el que pone orden…
Ambos padres son claves en el desarrollo de los hijos. Pero seguro que estamos de acuerdo en que, en concreto, el padre, sobre todo en los hijos varones es vital, ellos son los que despiertan el sentido de hombría, son los encargados de transmitir la masculinidad, es a ellos a los que les toca hacer la invitación al “mundo de los hombres” a sus hijos varones.
Con las muchachas, no es de menor importancia, la figura del padre jugará un papel determinante a la hora de afirmar el valor como mujeres.
La madre, da la vida… ¿Habrá algo mayor que eso? ¿Habrá algo mayor que el amor de una madre?
El padre, da el sentido de la vida… La identidad, el sentido de pertenencia, es quien da el mensaje a los hijos de una vida con propósito.
La cuestión es que vivimos en una generación “mal marcada”. El Mal ha hecho estragos con los hombres. Ellos son la cabeza de la familia, y la familia es la base de la sociedad. ¡Así nos va!
Todos hemos visto las típicas escena de películas o hemos escuchado historias en las que se muestra algo así como… “Da igual que todo el mundo me aplauda, no importa que recibamos el reconocimiento de todo el mundo… lo que realmente llena el corazón, es la aprobación de un padre”.
Vivimos en un mundo hambriento de padre. Vivimos en un mundo con pocos hombres en el sentido completo de la palabra.
Para los hijos varones, el padre es fuente vital de seguridad y autoestima. Todo niño para llegar a ser hombre, tiene que ser invitado por otros, esa es tarea del padre.
Muchos hombres, andan sedientos del amor y la aprobación de un padre. Un reflejo claro de ello es cuando de niños gritan “¡Papá, mira lo que hago!”.
También le pasa a muchas mujeres. He conocido a muchas chicas que me han confesado entre lágrimas que, para la poca fortuna de muchos chicos, realmente no eran tan ardientes ni fogosas como daba la impresión. Detrás de cada encuentro sexual, del regalarse… iban buscando simplemente, el abrazo del padre.
Es bien sabido que la figura del padre está estrechamente relacionada con la problemática de la homosexualidad, pero también, con otro tipo de problemáticas.
Hoy en día, como orientador, como coach en reorientación sexual, gracias a mi experiencia personal puedo ayudar a otros a salir de la homosexualidad, solucionando entre otras cosas, situaciones de bloqueos entre padres e hijos.
La verdad es que la mayor parte de los padres no son malos. Lo que pasa es que no pueden dar lo que no han recibido. Muchos hombres son víctimas de su propia historia. No saben cómo relacionarse con sus hijos… porque tampoco lo hicieron con ellos.
Y… ¿Tú qué? ¿Cómo ha sido la relación con tu padre?
Hombre, te animo a que abraces a tus hijos, para que no tengan la necesidad de que lo haga otro hombre.
Sigue habiendo esperanza y el cambio sigue siendo posible.
Confío también en que muchos, puedan encontrarse con el Padre perfecto, el que nunca falla. El que nos ama alocadamente. El que puede hacer más y mejores cosas por nosotros, por encima de lo que podamos imaginar y pedir. En definitiva, el padre que siempre hemos soñado.