Furia gay
El día que decidí dar la cara hablando acerca de cómo había conseguido superar la AMS (Atracción por el mismo sexo) convirtiéndome en consecuencia en un activista de la verdad, sabía muy bien lo que hacía, era consciente del precio que había que pagar.
Simplemente, por compartir mi historia tenía que tener muy claro que iba a contar con la “presión” de personas que no pensaran igual.
Siendo sincero, pensé que me iba a ser más fácil manejar las críticas de los que sin saberlo colaboran y son marionetas del Lobby Gay.
Pero de momento y aviso que por mucho tiempo, seguiré en la lucha y haciendo ruido a favor de la VERDAD, lo cuál, sólo o mejor con tu compañía y ayuda, irá “in crescendo”!
Hace poco tuve la oportunidad de participar como invitado junto a otros conferencistas en una jornada que entre otros asuntos abordó el tema de la homosexualidad y la Terapia Reparativa, dicha jornada se celebró en la Universidad Católica de Chile.
Tremendamente ilusionado (como siempre) me dispuse a ir a este bonito encuentro en América Latina. En el panel que nos tocó, mis otros compañeros que son psicólogos, expusieron acerca de la Terapia Reparativa que trata la homosexualidad no deseada. Mi cometido fue compartir mi testimonio personal y contar también cómo actualmente acompaño y oriento a otras personas en este proceso.
El Encuentro y pese a quien le pese fue sobresaliente.
Lo que más me llamó la atención y lo que más me gusta de estas oportunidades es como las personas se acercan al finalizar la ponencia a felicitarte, darte las gracias, pedirte consejo o contarte cómo les ha ayudado lo que les has contado.
Y lo que menos me llamó la atención, fue todo el circo que montaron algunos colectivos, concentraciones, carteles, gritos, insultos y como no, ¡Mentiras!
La verdad que no me crea disgusto esos hechos, son claras evidencias de que algo está pasando. Y es que, aprovechando para avalar los dichos populares “La verdad duele” y “Lo que pica, cura”.
Curiosamente una de las quejas de los movimientos gays era que, ellos no habían sido invitados, su opinión no estaba presente en la conferencia. ¡Pues claro que no! ¿Acaso no tienen ellos sus espacios donde ventilar sus mentiras? ¿Pretendo yo, o cualquiera de los ponentes y partidarios de la Terapia Reparativa participar en sus charlas? La respuesta es más que obvia. Y es que hay que tener superado la reacción infantil de queja por el hecho de que no nos inviten a algo. Tomen nota de esto mis amigos de los colectivos gays.
Aunque aquí estoy hablando de algo puntual, local y concreto que sucedió en Chile, no esta de más hacerlo saber en España. Y es que esas personas sean de donde sean, suelen cojear de la mista pata. Básicamente porque se trata de una “estrategia global” de manipulación en la que sólo ellos pueden hablar y sólo su verdad es válida.
Y aunque respeto profundamente (¡De verdad que lo hago!) a cualquier persona sea su orientación y elección sexual la que sea, incluso respeto a aquellos que no me respetan, tengo que ser o debemos ser claros y agresivos, en el sentido de firmeza, a la hora de dar mi testimonio personal o cuando hablamos acerca de la verdad sobre lo que es la homosexualidad.
Y es que los señores del Lobby Gay, no se andan con milongas.
Nosotros tampoco debemos ser tontos. No confundamos tolerancia con permisividad.
Digamos que se trata de una “cruzada silenciosa”.
Hace unos días era el “Día Internacional de Acción por la Despatologización de la Transexualidad”.
Acción implica “tener un plan”.
Este hecho histórico, nos sirve para ponernos en situación y entender qué pasó años atrás con la homosexualidad.
De la misma manera, la ideología se sobrepuso a la ciencia. Es un peligro muy serio. Creo que nos toca reaccionar, no nos podemos quedar impasibles. Resultado de esto es por ejemplo el “aborto terapéutico”… Y es que poco a poco y silenciosamente una “Reingeniería social y antropológica está teniendo lugar”. Sin razón científica, o médica, la homosexualidad dejó de ser considerada como un trastorno.
Así funciona el LOBBY GAY:
Mucho ruido y mucho silencio.
Furia Gay + Plan de Reingeniería Antropológico = Destrucción de la familia y la sociedad.
¿Tú y yo, dónde estamos en estamos en esta fórmula?
¡Ala! ¡A pensar que no es costumbre y sí es gratis!
Simplemente, por compartir mi historia tenía que tener muy claro que iba a contar con la “presión” de personas que no pensaran igual.
Siendo sincero, pensé que me iba a ser más fácil manejar las críticas de los que sin saberlo colaboran y son marionetas del Lobby Gay.
Pero de momento y aviso que por mucho tiempo, seguiré en la lucha y haciendo ruido a favor de la VERDAD, lo cuál, sólo o mejor con tu compañía y ayuda, irá “in crescendo”!
Hace poco tuve la oportunidad de participar como invitado junto a otros conferencistas en una jornada que entre otros asuntos abordó el tema de la homosexualidad y la Terapia Reparativa, dicha jornada se celebró en la Universidad Católica de Chile.
Tremendamente ilusionado (como siempre) me dispuse a ir a este bonito encuentro en América Latina. En el panel que nos tocó, mis otros compañeros que son psicólogos, expusieron acerca de la Terapia Reparativa que trata la homosexualidad no deseada. Mi cometido fue compartir mi testimonio personal y contar también cómo actualmente acompaño y oriento a otras personas en este proceso.
El Encuentro y pese a quien le pese fue sobresaliente.
Lo que más me llamó la atención y lo que más me gusta de estas oportunidades es como las personas se acercan al finalizar la ponencia a felicitarte, darte las gracias, pedirte consejo o contarte cómo les ha ayudado lo que les has contado.
Y lo que menos me llamó la atención, fue todo el circo que montaron algunos colectivos, concentraciones, carteles, gritos, insultos y como no, ¡Mentiras!
La verdad que no me crea disgusto esos hechos, son claras evidencias de que algo está pasando. Y es que, aprovechando para avalar los dichos populares “La verdad duele” y “Lo que pica, cura”.
Curiosamente una de las quejas de los movimientos gays era que, ellos no habían sido invitados, su opinión no estaba presente en la conferencia. ¡Pues claro que no! ¿Acaso no tienen ellos sus espacios donde ventilar sus mentiras? ¿Pretendo yo, o cualquiera de los ponentes y partidarios de la Terapia Reparativa participar en sus charlas? La respuesta es más que obvia. Y es que hay que tener superado la reacción infantil de queja por el hecho de que no nos inviten a algo. Tomen nota de esto mis amigos de los colectivos gays.
Aunque aquí estoy hablando de algo puntual, local y concreto que sucedió en Chile, no esta de más hacerlo saber en España. Y es que esas personas sean de donde sean, suelen cojear de la mista pata. Básicamente porque se trata de una “estrategia global” de manipulación en la que sólo ellos pueden hablar y sólo su verdad es válida.
Y aunque respeto profundamente (¡De verdad que lo hago!) a cualquier persona sea su orientación y elección sexual la que sea, incluso respeto a aquellos que no me respetan, tengo que ser o debemos ser claros y agresivos, en el sentido de firmeza, a la hora de dar mi testimonio personal o cuando hablamos acerca de la verdad sobre lo que es la homosexualidad.
Y es que los señores del Lobby Gay, no se andan con milongas.
Nosotros tampoco debemos ser tontos. No confundamos tolerancia con permisividad.
Digamos que se trata de una “cruzada silenciosa”.
Hace unos días era el “Día Internacional de Acción por la Despatologización de la Transexualidad”.
Acción implica “tener un plan”.
Este hecho histórico, nos sirve para ponernos en situación y entender qué pasó años atrás con la homosexualidad.
De la misma manera, la ideología se sobrepuso a la ciencia. Es un peligro muy serio. Creo que nos toca reaccionar, no nos podemos quedar impasibles. Resultado de esto es por ejemplo el “aborto terapéutico”… Y es que poco a poco y silenciosamente una “Reingeniería social y antropológica está teniendo lugar”. Sin razón científica, o médica, la homosexualidad dejó de ser considerada como un trastorno.
Así funciona el LOBBY GAY:
Mucho ruido y mucho silencio.
Furia Gay + Plan de Reingeniería Antropológico = Destrucción de la familia y la sociedad.
¿Tú y yo, dónde estamos en estamos en esta fórmula?
¡Ala! ¡A pensar que no es costumbre y sí es gratis!
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