La Divina Misericordia
“Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos” (Os 6,6)
“Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia” (Sal 117,1)
“Andad, aprended lo que significa ‘Misericordia quiero y no sacrificios’: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores” (Mt 9,13)
“… Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: ‘Paz a vosotros’. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor” (Jn 20, 19b-20)
“Este es el que vino en el agua y en la sangre: Jesucristo. No solo en el agua, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio de los tres es único.” (1 Jn 5, 6-7)
El origen de la imagen de la Divina Misericordia, cuya devoción se celebra hoy, II Domingo de Pascua, se vincula con la visión que Santa María Faustina Kowalska tuvo en Plock, el 22 de febrero de 1931.
De su Diario:
47…. Jesús me dijo: “Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero.
49… Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia.
50. Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas.
299… Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará al justa mano de Dios. Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia."