Las coordinadoras de este libro son Mª Beatriz y Gracia Mª Pellicer de Juan
«Hogares de amor y perdón II»
La segunda parte del libro “Hogares de amor y perdón” -que acaba de ver la luz-, de las hermanas Pellicer de Juan, evoca en cada línea la entrega de los mártires por amor a Cristo, por llegar a Casa, por vislumbrar el Cielo. Al perdonar aún en vida a sus asesinos honraron al Maestro, pero lo más importante es que la preciosa semilla que transmitieron con su amor, germinó en el perdón de sus descendientes a los verdugos.
Lourdes Grosso García, Directora de la Oficina para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Española, ha prologado esta joya que contiene los testimonios de 23 familias “tocadas” por la sangre martirial de sus seres queridos
Los familiares de las víctimas de este holocausto cristiano, no sólo testimonian los hechos sino que dejan en herencia, para todos los católicos, la enseñanza del camino que todos debemos seguir.
“En mi familia, desde el primer momento, hemos perdonado de corazón a los asesinos no solo de nuestro familiar, sino de todos aquellos que dieron su vida por Dios.”
“Es, además de una obligación cristiana, el mejor homenaje a nuestro mártir que murió perdonando a sus verdugos.”
“Nunca se nos transmitió odio a sus asesinos, había que perdonar al enemigo como hizo Cristo.”
Este libro te trasladará en el tiempo a los dramáticos sucesos padecidos por los cristianos católicos masacrados en la Guerra Civil, pero también a la bondad de sus víctimas y al milagro del amor que su semilla dejó en sus descendientes en forma de perdón.
Aquí tenéis el enlace para poder pedirlo. Y a las autoras ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
Puedes conseguirlo, tanto en papel como en versión digital, por 15 o 6 euros respectivamente. Y si te perdiste la primera parte de “Hogares de Amor y Perdón”, ahora puedes conseguir los dos volúmenes por tan solo 25€. Si prefieres tener los dos libros en versión digital, también puedes adquirirlos por 12€.
"Hogares de Amor y Perdón II". Ahora más testimonios. | Asociación Enraizados